La ola de calor se nota también en las altas cumbres de los Alpes lo que esta llevando a cubrir los glaciares para evitar su deshielo. En este del Ródano en Suiza, una inmensa tela cubre su parte inferior para protegerlo durante los meses de verano. De esta forma se consigue reducir hasta un 70 por ciento su deshielo. En primavera y desde hace 8 años, los vecinos de Obergoms envuelven la montaña con mantas térmicas para demorar la paulatina desaparición del hielo por el calentamiento global.
Cuando los vecinos del pueblo de Obergoms decidieron frenar el proceso de deshielo del glaciar del Ródano, optaron por taparlo con mantas térmicas, que reflejaban los rayos del sol, siguiendo el ejemplo de otros lugares de Europa. Lo explica la web www.suizavacaciones.com.
Cada año se ponen manos a la obra, iniciando un proceso que no es ni fácil ni económico, pero que ha demostrado que es un buen remedio, mirando a corto plazo, para frenar la pérdida de este espectacular glaciar. El trabajo se lleva a cabo cada primavera con los recursos, principalmente, aportados por los vecinos de Obergoms.
Este glaciar ha visto recortada su longitud en unos 350 metros desde el siglo XIX, cuando comenzaron a tomarse mediciones, aunque, según afirman desde la Red Suiza de Monitoreo de Glaciares, el proceso se ha acelerado de forma significativa en las últimas décadas.
El glaciar del Ródano es uno de los más grandes de esta parte de los Alpes, por lo que tiene una gran importancia preservarlo para mantener su equilibrio climático.
Entre 1961 y 2016 se han derretido más de 9,6 billones de toneladas de hielo en el mundo, si sumamos las superficies heladas, incluidos los glaciares. Derivado de ello, el nivel del mar ha ascendido, durante dicho periodo, unos 27 milímetros de media. Según un estudio de la Universidad de Zurich, se estima que en el mundo se pierde, cada año, tres veces la cantidad de hielo que almacenan los Alpes europeos.
Algunos expertos apuntan que un tercio de los glaciares del mundo pueden haber desaparecido a finales de este siglo. Las estimaciones para los Alpes son todavía peores, pues algunos modelos matemáticos apuntan a que en esta zona de Europa, en 2100 podrán haber visto reducida su extensión en un 90%.
La solución adoptada por los vecinos de Obergoms no pretende salvar al glaciar. Son conscientes de que el deterioro del glaciar del Ródano se mantendrá, pero esta iniciativa está logrando frenar y ralentizar el proceso. La medida no es sólo ecológica, ya que para ellos el glaciar supone un importante flujo de visitantes, que se acercan hasta él por la facilidad y accesibilidad del mismo. Uno de los lugares más visitados son las cuevas de hielo, las cuales deben tallarse de nuevo cada año.
Otro de los objetivos que se persiguen al proteger este tipo de masas de hielos es actuar sobre las zonas más vulnerables. Es en esos lugares donde conviene establecer medidas ya que, por ejemplo, una división del glaciar en dos supondría una catástrofe que aceleraría su desaparición.
Para llevar a cabo este proceso se utilizan unos materiales geotextiles de color blanco, con una doble finalidad: reflejar la radiación solar, por un lado, e integrarse con el entorno, por otro. Se estima que la absorción de la radiación solar oscila entre un 30% y un 50%. El coste aproximado del mismo es de unos 2€/m2, siendo necesaria su sustitución cada dos años.
Para ayudar a las mantas a realizar su función, se están estudiando medidas complementarias como son utilizar cañones de nieve artificial, para proteger algunas zonas.
Contrariamente al de los hielos polares, el derretimiento en los Alpes no tendrá ningún impacto en el nivel de los océanos, que sólo aumentarán de 0,3 mm. Sin embargo, tendrá serios efectos en Europa, ya que los Alpes cumplen la función de guardar agua en inverno para liberarla en verano, y alimentar los ríos. Si el deshielo se acelera, a corto plazo habrá un aumento en los niveles de los ríos e inundaciones. Sin embargo, hacia mediados de siglo los niveles bajarán de manera dramática.