Las noches del verano son las más cortas del año, pero también las más cálidas… Y eso tiene una ventaja: puedes observar el cielo con condiciones más despejadas y sin quedarte tieso de frío. Además, en verano solemos viajar a la playa y la montaña, donde las estrellas, la luna y los planetas se muestran más claramente que en la ciudad. Estas son las fechas señaladas del calendario astronómico 2022.
Tras la Superluna de Fresa que iluminó el cielo el pasado 14 de junio, el satélite irá perdiendo brillo a lo largo del mes hasta alcanzar la fase de luna nueva el día 29. Después, el sol irá de nuevo alumbrando su superficie y volveremos a tener una luna llena el 13 de julio, alcanzando su máximo a las 20:37 hora oficial española.
La luna llena de julio también será una superluna, lo que quiere decir que se verá algo más grande y brillante de lo habitual por su proximidad a la Tierra, en lo que se conoce como el “perigeo lunar”. Esta será la última superluna de 2022.
La madrugada del 12 de agosto se producirá la conocida como ‘Luna llena del Esturión’ y, por último, despediremos el verano con la ‘Luna del Maíz’, que será el 10 de septiembre.
Otros fenómenos de interés astronómico durante el verano de 2022 serán las lluvias de meteoros de las Delta Acuáridas, cuyo máximo se espera hacia el 30 de julio, informa el Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional, IGN).
El 2022 será un año excelente para la observación de estas "estrellas fugaces", puesto que su momento de máxima actividad -la noche del 29 al 30 de julio- será dos días después de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el día 28). Estos meteoros proceden del cometa 96P Machholz, un cometa de corto periodo que orbita alrededor del Sol.
Después, en agosto, será el máximo de la lluvia de estrellas más famosa del año: las Perseidas, también conocidas como “lágrimas de San Lorenzo”. Por desgracia, la coincidencia de la luna llena con el máximo de las Perseidas hará que este año sea más difícil disfrutar de las estrellas fugaces.
Otros años, las Perseidas han sido todo un espectáculo astronómico, con más de 200 meteoros por hora atravesando el cielo, fácilmente visibles siempre y cuando miremos desde un punto alejado de la contaminación lumínica.
El cielo tras la puesta de Sol a comienzos del verano no tendrá ningún planeta visible, y habrá que esperar hasta mediados de agosto para poder ver Saturno salir por el este al anochecer. Al terminar la estación, Júpiter hará su aparición por el este tras la puesta del Sol, informan desde el IGN.
El cielo antes de la salida del Sol, por el contrario, empezará la estación con cinco planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. A medida que pasen los meses, los planetas se irán desplazando en el cielo, y al final de la estación solo quedarán Venus, Júpiter y Marte brillando al amanecer.
Además de los planetas, es fácil distinguir en el cielo grupos de estrellas brillantes. El más característico del verano es el triángulo formado por Altair, en la constelación del Águila, Deneb, en la constelación del Cisne, y Vega, en la constelación de la Lira. Es el llamado “triángulo del verano”, y es propiamente un asterismo pues combina estrellas de diferentes constelaciones.
Hacia el sur, son típicas del verano las constelaciones de Escorpio, con la brillante y rojiza estrella Antares, y Sagitario, cuya posición indica aproximadamente el centro de la Vía Láctea, explica el IGN. Esta banda blanca, que representa el brillo combinado de los millones de estrellas que componen nuestra galaxia, se puede ver en verano en todo su esplendor cruzando el cielo de sur a norte, aunque para distinguirla bien hace falta un cielo oscuro.