Nubes "noctilucentes": así se forman estas luces azul eléctrico que se están encendiendo en el borde del espacio
Las nubes "noctilucentes" se están encendiendo en el borde del espacio sobre el Ártico desde finales de mayo
En 2021, las nubes noctilucentes polares se dejaron ver en zonas de Madrid
Las nubes noctilucentes no son exclusivas de la Tierra: el rover Curiosity de la NASA las observó en Marte
Las nubes “noctilucentes", también llamadas nubes mesosféricas polares, se han encendido a finales de mayo sobre el Polo Norte. Desde tierra y aire, estas nubes lucen como bombillas azul eléctrico que iluminan nuestro planeta desde el borde del espacio por una curiosa interacción que solo puede darse en el límite de la atmósfera. Así se forman.
Las nubes noctilucentes se forman sobre ambos polos solo durante el verano de cada hemisferio, que comienza a mediados de mayo en el norte y noviembre en el sur. El número de nubes y su brillo es mayor hacia los polos, pero también se escapan hacia latitudes más moderadas cuando se cumplen las condiciones necesarias.
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Estas nubes “bombilla” son visibles desde el suelo cuando los ilumina la luz del sol desde debajo del horizonte, mientras que las capas inferiores de la atmósfera están a la sombra de la Tierra.
Se describieron por primera vez en 1885 por un astrónomo aficionado, pero hasta 1969 no pudieron realizarse las primeras observaciones por satélite. Las observaciones regulares desde el espacio comenzaron en 1982 con el Solar Mesosphere Explorer de la NASA. En 2007, se lanzó la misión Aeronomy of Ice in the Mesosphere, o AIM.
¿Cómo se forman las Nubes "noctilucentes"?
La formación de nubes mesosféricas polares a altitudes tan altas no sigue los conceptos meteorológicos convencionales de cómo se forman las nubes que solemos ver en el cielo, aclara la NASA.
Antes del lanzamiento de AIM, una teoría era que las partículas de la nube crecen en "semillas" de polvo volcánico o meteórico, y AIM ayudó a demostrar que las partículas, de hecho, se forman alrededor del polvo meteórico.
Estas nubes parecen ser un fenómeno relativamente reciente, ya que se informaron por primera vez a fines del siglo XIX, poco después de la erupción volcánica en Krakatoa. Ahora se sabe por qué. Se necesitan tres cosas para que se formen estas nubes de gran altitud: temperaturas frías, vapor de agua y pequeñas partículas que proporcionan superficies para que el agua se condense.
Su ciclo de vida estacional está controlado por complejas interacciones entre la temperatura, el vapor de agua, la actividad solar, la química atmosférica y las pequeñas partículas en las que se forman los cristales de las nubes.
El motivo por el que las nubes noctilucentes se producen solamente durante el verano, es que es entonces cuando se registran las temperaturas más bajas en la mesosfera. Para que puedan formarse, es necesario que la temperatura sea inferior a −120 °C aproximadamente.