El volcán de Yellowstone, en Estados Unidos, tendría consecuencias catastróficas para todo el mundo si entrara en erupción, acabando con toda la humanidad y provocando la próxima Edad de Hielo. En ocasiones, su actividad ha producido un flujo de lava, pero tiene el potencial de causar una verdadera devastación global. Cada 600.000 años aproximadamente, entra en erupción, formando cráteres de decenas de kilómetros de diámetro.
Yellowstone, en el estado de Wyoming, en el corazón de las Montañas Rocosas, cuenta con una superficie de unos 9.000 kilómetros cuadrados y es reserva de la Biosfera desde 1976. Se le considera un supervolcán puesto que su potencia eruptiva puede superar hasta 100 veces la de un volcán convencional.
Según ha apuntado la NASA, la probable próxima erupción de Yellowstone, con unos 85 kilómetros de largo y 45 de ancho, es la que más miedo causa entre los geólogos. Desde la ONU han señalado que marcaría el comienzo de un terrible invierno volcánico y que provocaría una hambruna mundial, dejándonos con reservas de alimentos suficientes para sobrevivir durante dos meses y medio. Las repercusiones serían notables durante décadas.
Por ello, la NASA está estudiando seriamente la posibilidad de enfriar el Supervisor de Yellowstone utilizando grandes cantidades de agua.
Afortunadamente, Yellowstone sólo ha tenido tres erupciones en los últimos dos millones de años, si bien es cierto que hace tres años, por ejemplo, se detectaron 77 terremotos en la zona. "Entrará en erupción nuevamente, pero no se sabe cuándo sucederá ni en qué escala", afirmó el profesor Michael Branney, vulcanólogo de la Universidad de Leicester. La ceniza impactaría en casi todas las partes de Estados Unidos y de Canadá, provocando que la mayor parte de América del Norte fuese inhabitable.
Las personas dentro de los mil kilómetros de radio morirían por la explosión y las cenizas bloquearían el Sol, causando que el mundo entero sufriera una repentina caída de la temperatura de hasta diez grados. Estos descensos del mercurio podrían extenderse durante una década y dejarían numerosos cambios en los ecosistemas de la Tierra.
Científicos de la Universidad de Utah han transmitido un mensaje de calma ya que han asegurado, y dan por hecho, que no hay evidencia de que una erupción catastrófica de este tipo, en el parque nacional de Yellowstone, sea inminente.
Añadieron también, para minimizar la preocupación, que el supervolcán de Yellowstone es la zona geológicamente mejor vigilada, monitoreada y controlada del mundo, con más de 40 estaciones sísmicas que registran sin descanso, a diario y durante las 24 horas, los movimientos terrestres dentro y cerca de esta región.
Por lo tanto, podemos de momento respirar tranquilos.