La cápsula Starliner de Boeing ya está en la Tierra. La nave aterrizó en el desierto de Nuevo México la pasada madrugada poniendo así fin a la exitosa prueba de vuelo orbital no tripulado a la Estación Espacial Internacional. Así fue el descenso de los tres paracaídas hasta el suelo.
La primera misión sin pasajeros de Boeing que comenzó el pasado jueves con el lanzamiento de la nave espacial CST-100 Starliner desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida sobre un cohete United Launch Alliance Atlas V. Este miércoles, 25 de mayo, la cápsula aterrizó en el Campo de Misiles White Sands del Ejército de Estados Unidos en Nuevo México a las 23.49 UTC.
Starliner entró con éxito en la órbita de la Tierra, realizó una serie de demostraciones de sus capacidades y se acopló al puesto orbital 26 horas después del lanzamiento. La tripulación de la Expedición 67 a bordo de la estación abrió las escotillas y entró en la cápsula por primera vez, inspeccionando la nave espacial y verificando la integración con los sistemas de la estación de energía y comunicaciones para estadías más largas en el futuro. La tripulación de la estación también descargó 226 kilos de carga entregadas por Starliner y envió 272 kilos de carga de regreso a la Tierra.
El objetivo de la misión es conseguir la aprobación para unirse a otras compañías como Space X, que apuestan por el turismo espacial, así como realizar misiones de traslado de astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional.
Después de que la NASA y Boeing revisen los datos de procesamiento de este vuelo de prueba, los equipos continuarán con los planes para Starliner y su próxima misión, la prueba de vuelo tripulada a la estación espacial.