La Fiscalía y la Generalitat de Cataluña, una semana después de escuchar en los juzgados a Noelia, joven de 24 años con paraplejia cuya eutanasia fue suspendida ‘in extremis’ en Barcelona el pasado mes de agosto a petición de su padre, ha pedido que se cumpla su deseo de una muerte digna, argumentando para ello que está capacitada para decidir y que su decisión está respaldada también con un "criterio médico unánime". Por eso, recriminan además al progenitor y a su representación, Abogados Cristianos, que hayan intentado "entorpecer" el ejercicio de este derecho y "desalentar" a la joven.

La propia joven, hace solo una semana, ratificaba en el primer juicio que ha tenido lugar en España por el derecho a la muerte digna, su deseo de que todo termine. “Quiero acabar dignamente de una vez”, expresó, insistiendo en recibir una eutanasia ante la que su familia no ha dejado de oponerse, con su padre encabezando el enfrentamiento contra la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña (CGAC), que en julio de 2024 dio autorización a su eutanasia por unanimidad de sus 19 miembros.

Recurriendo esa decisión, el padre de la joven acudió al colectivo ultracatólico Abogados Cristianos para ser representado y, desde entonces, el litigio judicial paralizando su muerte digna ha continuado en el tiempo. En su demanda, el progenitor considera que se ha producido una vulneración del derecho fundamental a la vida y que la Generalitat incumple los requisitos que fija la ley de eutanasia, la cual entró en vigor en junio de 2021. Sin embargo, los servicios jurídicos de la institución catalana creen que el padre de Noelia actúa no en defensa de un derecho fundamental propio, sino por una "divergencia de carácter ideológico", reprochando así su actuación.

En su escrito, remitido a la titular del juzgado contencioso número 12 de Barcelona después de que Noelia ratificara el 4 de marzo ante la jueza su voluntad de tener una muerte digna, el gabinete jurídico de la Generalitat justifica su posición sobre la eutanasia de la joven. Para ello, además, recuerdan que ese mismo día la afectada denunció las "coacciones" que recibió de entornos católicos hasta que se paralizó "in extremis" su eutanasia.

Frente a ello, la Generalitat y la Fiscalía aseguran que la joven está capacitada para decidir y alegan además que ningún informe cuestiona que Noelia cumpla las exigencias previstas en la ley para tener una muerte digna. Además, según recoge el escrito, recriminan al padre y a Abogados Cristianos que en este procedimiento hayan tenido "como única finalidad entorpecer el máximo tiempo posible el ejercicio de un derecho fundamental" y, en última instancia, "desalentar" a la joven para que renunciara.

Y todo ello pese a que en el proceso, según la Generalitat y la Fiscalía, no se ha aportado ninguna prueba que contradiga las conclusiones médicas ni que permita "dudar de la voluntad inequívoca" de la joven de tener una muerte digna.

Según ambas instituciones, el padre de la joven, a través de Abogados Cristianos, ha "instrumentalizado" el mecanismo de tutela judicial logrando suspender desde agosto el ejercicio de un derecho fundamental de carácter "personalísimo", especialmente vinculado a la "dignidad humana", incluso "faltando a la verdad".

Específicamente, en su escrito, del que se hace eco 'EFE', los servicios jurídicos de la Generalitat y la Fiscalía resaltan que en el juicio se ha acreditado que la mujer no tiene limitadas sus capacidades y no convive ni mantiene ningún tipo de dependencia material con su padre, que creen que actúa por una "divergencia de carácter ideológico".

Así, defendiendo su posición, destacan que en este procedimiento se ha constatado que existe un "criterio médico unánime" que confirma que la joven cumple los requisitos para que se le reconozca el derecho a la muerte digna, una vez "desacreditadas" las "sombras de duda" que intentó proyectar Abogados Cristianos en su demanda.

Se refiere así en el texto a las manifestaciones del padre de Noelia apuntando hacia los diversos intentos de suicidio de Noelia, refiriéndose además a sus problemas de salud mental: un trastorno límite de la personalidad y un trastorno obsesivo-compulsivo con ideas suicidas. También a una supuesta nota manuscrita con la que la defensa del padre, poco antes de la fecha fijada para la eutanasia, el 2 de agosto, alegó que expresó dudas respecto al deseo de la muerte digna. Sin embargo, ella misma subrayó que no era consciente de haberla escrito y que no tenía intención de echarse atrás, como ha ratificó en el juicio.

En ese sentido, la Generalitat y la Fiscalía remarcan que varios testigos afirmaron en el juicio que la nota manuscrita aportada por Abogados Cristianos, en la que Noelia supuestamente cambiaba su opinión respecto la eutanasia, la escribió estando muy medicada y por sugestión de otras personas, que le llenaron la habitación de "cruces, rosarios y estampitas". De hecho, la propia joven manifestó en el juicio que le habían dictado un texto, que no recordaba su contenido y que lo hizo "para que la dejaran en paz".

Así pues, han destacado que, con posterioridad a esta nota, un notario se entrevistó con Noelia, que ratificó su voluntad de seguir adelante con el proceso de petición de eutanasia.

De este modo, para la Generalitat y la Fiscalía la jueza no cuenta con ningún criterio médico alternativo que cuestione la corrección de la decisión de otorgar la prestación de la eutanasia a la joven, que sufre una patología crónica y permanente, sin posibilidad de mejora o reversión, y sí de empeoramiento, y que le causa un "sufrimiento grave, crónico e imposibilitante".

Por todo ello, el escrito subraya que Noelia tiene las habilidades cognitivas y psicológicas "suficientes" para "gobernar sus actos"

Noelia solicitó la muerte asistida tras un intento de autolisis en octubre de 2022. La joven trató de quitarse la vida arrojándose desde un quinto piso, lo que le causó una lesión medular que sufre ahora con una paraplejia completa que le impide mover sus piernas y le provoca un dolor intenso.

Dos años después de aquello solicitó la eutanasia, siendo en verano cuando la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña (CGAC) avalaba su deseo de una muerte digna. Los expertos concluyeron ya entonces que disponía de “plena capacidad de hecho” y era consciente de su decisión, manifestando “razonablemente su voluntad”.

Frente a ello, no obstante, el padre de la joven impulsó el recurso defendiendo la vulneración del derecho fundamental a la vida. Desde entonces, el litigio continúa y Noelia sigue esperando una decisión final.

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