La desconexión digital, una vía de escape a la dependencia del móvil: "Me ha cambiado la forma de aprovechar el tiempo"
El 70% de las personas reconoce sufrir nomofobia, un miedo irracional a tener que estar un periodo de tiempo sin el móvil
Inés tiene 20 años y ha decidido desinstalarse Instagram y TikTok: "No era capaz de recordar lo que me había parecido interesante"
Antonio, adicto al móvil desde los 15 años: "Dejé de quedar con amigos para estar solo en casa"
BarcelonaEl teléfono móvil se ha convertido en el mejor aliado y en el peor enemigo para las personas. Un objeto indispensable en nuestro día a día que para el 70% de la población le ha supuesto un miedo irracional al pasar un periodo de tiempo sin utilizarlo. Esta dependencia de la tecnología ha llevado a instaurar el Día de la Desconexión Digital, que busca fomentar el uso consciente y responsable de las pantallas, así como la dedicación de tiempo a actividades que no impliquen su uso.
En España, el 63% de las personas cree fundamental apagar el móvil en momentos clave, pero solo el 39% lo hace habitualmente, mientras que el tiempo aumenta en generaciones más jóvenes donde la generación Z dedica unas nueve horas de tiempo diarias alrededor de una pantalla.
Es el caso de Inés, una estudiante de doble grado de Economía y Derecho en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, que a sus 20 años ha decidido poner remedio a la dependencia del teléfono móvil desinstalándose Instagram y TikTok. "Vi que estaba seis horas con el móvil al día. Me di cuenta del tiempo que perdía en estas redes sociales, que a final no me aportaban mucho", explica a Informativos Telecinco.
Me ha cambiado bastante el tiempo de uso y la forma de aprovechar el tiempo
"Intentaba recordar lo que me había parecido interesante de mi consumo en Instagram y TikTok y no era capaz de recordar nada. Decidí poner un límite. Intenté utilizar aplicaciones para limitar el uso o las propias herramientas del móvil, pero al final tenía la tentación de entrar a la aplicación. Somos adictos y es una realidad", añade la joven, quien decidió dar un paso más y desinstalarse las redes sociales.
Una decisión que tomó en un momento clave de su actividad académica: "Mi motivación para desinstalarlas fue cuando tenía finales, pensé que era mejor dedicarle el tiempo a estudiar o cualquier cosa. Me ha cambiado bastante el tiempo de uso y la forma de aprovechar el tiempo. Ahora noto que mi adicción ha ido disminuyendo".
Inés sigue utilizando el móvil, aunque con un uso bien diferente. "En WhatsApp siento que estoy hablando con gente que me interesa, antes que ver contenido que voy a olvidar a los tres segundos y vidas que no me interesan. Los jóvenes hemos normalizado estar horas en redes sociales y deberíamos saber que es tiempo que perdemos completamente. Prefiero invertir el tiempo en leer, ver película o series a contenido basura que me voy a olvidar", culmina.