El cambio de rumbo que Albert Serarols tomó hace seis años tras dejar su profesión de electricista para formarse en el mundo de la escultura le ha permitido lograr un hito que traspasará fronteras. Incluso planetas, después de que una de las obras del artista de Pla de l'Estany (Girona) haya sido seleccionada para formar parte de una cápsula del tiempo que viajará a la Luna en un cohete de la NASA.

"Ya no es crear y mantenerlo en la Tierra, es sacarlo de nuestro planeta", explica el artista catalán en una entrevista a Informativos Telecinco sobre una escultura que trascenderá en el tiempo junto a 250.000 obras culturales de más de 40.000 artistas, músicos, escritores y cineastas.

Entre ellas está la obra "The power to decide" (El poder de decidir) de Albert Serarols: "Fue una sorpresa porque yo me presentaba al certamen internacional Art Renewal Center. Hice esta escultura a tamaño real y de momento es la más grande" Su creación le llevó a ser finalista de la competición y entrar al proyecto The Lunar Codex que, junto a la NASA en 2025, realizará el lanzamiento de la colección Polaris al cráter Nobile, en la región del polo sur lunar, en noviembre de 2025: "Mandarán una fotografía de la obra en una cápsula del tiempo a la Luna".

Este hito también supone para Albert un premio a la decisión que tomó hace seis años tras dejar Girona para formarse en Barcelona en el mundo del arte. Su obra elegida para ir a la Luna representa su última etapa de estudios en la capital catalana. "Tenía que volcar en este proyecto todo lo aprendido. Se llama 'El poder de decidir' porque la vida trata de las decisiones que debemos tomar en cada momento de la vida. Al final lo más importante es decidir qué actitud ponemos y es lo que refleja esta escultura. Es el reto que tenemos en cada momento de la vida", explica.

Una obra con una pose "muy desafiante" que combina dos vertientes de la escultura. "Hay una parte más lisa, como más desgarrada, que refleja la toma de decisiones. O lo ves muy claro o muy oscuro. Puedes decidir una cosa pensando que haces bien y después sale todo lo contrario. De lo más técnico y definido del cuerpo humano a lo más desgarrado, que al final es lo que te curte para avanzar", admite el artista catalán.

La escultura refleja un momento determinado de la vida de Albert, más allá del cuerpo esculpido, que para él supone la parte más compleja para llevar a cabo su obra artística: "El cuerpo humano es como una máquina compleja, hay muchas piezas que tienes que ir montando y colocando en su sitio. Plantear un cuerpo humano bien hecho es una parte difícil".

Esta escultura se conservará en formato digital durante cientos de años en la Luna, convirtiendo la escultura en una creación inmortal en el espacio: "A ver si algún día voy a ir a instalar la escultura y tengo que retocarla en la Luna o en Marte. Tener cosas fuera de este planeta es espectacular".

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