Potitos, leche o pañales son algunas de las necesidades básicas que 'Baby Despensa', un banco de alimentos con productos específicos para bebés, ofrece a todas aquellas familias en riesgo de exclusión social que lo necesitan. Una iniciativa que surgió tras la pandemia del coronavirus y que ahora ha llegado a Barcelona de la mano de la Fundación Meridional y la ONG Enriquezarte.

"La iniciativa nació con los vecinos de Turó de la Pera. Era un barrio con conflictos donde somos más de 97 nacionalidades. Hay muchos problemas sociales y personas en situación de vulnerabilidad. Era quejarnos y llorar o crear soluciones", explica Jean Bean Illouz, fundador de Enriquezarte, sobre el inicio de la actividad en la capital catalana.

Este banco de alimentos dedicado a bebés tiene la misión de cubrir las necesidades básicas alimentarias de niños entre los 0 y 3 años, ayudándoles también con elementos básicos de cuidado personal, como son los pañales. Para ello, las cestas que ofrecen son únicas y dependen de las necesidades de los más pequeños.

"Cada bebé tiene su propia dieta y productos. A los tres meses hay que cambiarla porque no son los mismos productos", destaca el fundador de Enriquezarte sobre un servicio que ofrecen principalmente a familias monoparentales, que vienen derivadas de Servicios Sociales.

"Podemos atender a 30 familias. Las familias se sienten cómodas. Una cesta tiene un valor económico alto, estimamos entre 30 y 50 euros y las damos semanalmente", destacan los artífices del proyecto que reparten productos básicos y, en función de las donaciones, incluyen otros productos de higiene más allá de pañales, potitos y leche.

Una de las usuarias de 'Baby despensa' es Silvia, que cada miércoles recibe el apoyo del banco de alimentos: "Al mes puede suponer una ayuda de 70 euros para nosotros. Mi hija es madre soltera y hace horas extras porque tiene otra hija mayor y una bebé de 2 años".

Otra usuaria es Alejandra, quien actualmente está desempleada y cuenta con una ayuda que le permite sustentar los pañales y la leche. "Interactuamos con otras personas que tienen la misma situación de vulnerabilidad. Conocí esta situación por otra gente que también venía", explica a Informativos Telecinco.

Como ella, también está Noreen, quien lleva seis meses acudiendo a por pañales y leche para su niña de un año y medio. En su caso, son siete personas viviendo en un hogar. "Mi marido es el único que trabaja en casa y gana 700 euros al mes", admite la mujer, quien destaca la importancia de este tipo de ayuda que le permite "estar un poco más tranquila" y es "muy necesaria" para su bebé.

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