La Audiencia de Barcelona ha dejado visto para sentencia el juicio contra el presunto agresor sexual, acusado de violar, vejar y amenazar a una mujer migrante a la que prometió dar trabajo como cuidadora doméstica de su madre en abril de 2021 en El Prat de Llobregat, Barcelona. La víctima ha explicado cómo el acusado le amenazó con forzar su deportación si se lo contaba a la policía y le advirtió de que nadie la iba a creer.
El procesado tiene una segunda causa abierta por una agresión similar a una mujer de perfil parecido, según la abogada de la acusación particular, Carolina Gallego. De hecho, la víctima ha añadido ante el tribunal que denunció los hechos un año más tarde después de que los Mossos d'Esquadra contactaran con ella en una investigación sobre el acusado en la que había más víctimas implicadas.
Según la Fiscalía, la mujer llevaba tres años en España sin papeles y se encontraba sin trabajo, por lo que publicó un anuncio ofreciendo sus servicios como cuidadora de ancianos en una página web para pagar el alquiler de la habitación donde vivía en l'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, y traerse a su hijo al país. El ministerio público sostiene que en abril de 2021 el procesado, presentándose bajo otro nombre, contactó con la víctima para darle trabajo cuidando como interna a su supuesta madre, a lo que la mujer accedió a tener una entrevista de trabajo con el procesado y su madre en el piso donde supuestamente vivía la anciana.
La víctima ha relatado ante el tribunal que le sorprendió que el hombre la llamara con un número oculto y que, en vez de quedar en el piso directamente, la citara cerca de la parada de Metro de Bellvitge para llevarla a la casa de El Prat de Llobregat con su coche, trayecto en el que tardaron más de una hora. Según el escrito de Fiscalía y la declaración de la víctima, cuando llegaron a la casa la madre no estaba ahí y el hombre rápidamente cerró el domicilio con llave para, posteriormente, agredir sexualmente a la mujer mientras la insultaba.
En su declaración, la víctima ha contado que "tenía mucho miedo" porque cuando el procesado le devolvió en coche a la misma estación de Metro le dijo que trabajaba como piloto en el aeropuerto, con lo que amenazó con forzar su deportación si se atrevía a denunciarlo, al tiempo que le repetía que nadie la creería. También ha declarado en calidad de testigo quien fue la pareja de la víctima en 2021 y ha explicado que la mujer estuvo ausente y evasiva la semana de los hechos y, en los siguientes meses, muchas veces tenían problemas para mantener relaciones sexuales.
El acusado, por su parte, ha negado la agresión, ha asegurado que la relación sexual fue consentida y ha admitido que es un funcionario de Correos jubilado, pero que decía que trabajaba como piloto en el aeropuerto porque "suena mucho más atractivo".
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