Las otras 'Casa Orsola' de Barcelona: hasta 10.000 viviendas están amenazadas por la especulación
Los fondos que especulan con viviendas en las grandes ciudades están detrás del aumento del precio del alquiler
Los barrios más afectados están en las grandes ciudades lo que impide la emancipación de los jóvenes
El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad social Hàbitat3 comprarán la Casa Orsola
La 'casa Orsola' de Barcelona se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la especulación inmobiliaria en las grandes ciudades. En este caso, ganó la presión social y el Ayuntamiento compró el edificio para evitar que lo explotara un fondo de inversión pero esa solución ¿se podría repetir en otros casos similares? Es muy difícil que las instituciones se dediquen a comprar inmuebles y eso es lo que muchos afectados lamentan hoy.
En Barcelona, otros vecinos, inquilinos en edificios enteros comprados por fondos denuncian que les están echando de sus casas y obligando a entregar las llaves de sus viviendas.
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Hasta 10.000 viviendas como la 'Casa Orsola'
Las asociaciones vecinales calculan que puede haber hasta 10.000 viviendas como la 'Casa Orsola' amenazadas por la especulación de los grandes fondos de inversión que en las últimas décadas se han hecho con la propiedad de miles de viviendas y edificios en Barcelona.
Jaume Artigues es portavoz de la 'Asociación Vecinos Dreta del Eixample' que cuenta cómo es la dinámica de estos grandes tenedores: "Se compra un edificio entero, se cancelan los contratos, se expulsa a los vecinos y se pone en el mercado". En la zona que representa, asegura que asía habría como unas 2.000 viviendas en riesgo de especulación.
Estos expertos hablan de "indefensión absoluta" por parte de los inquilinos y recuerdan que este tipo de actuaciones urbanísticas son las que "provocan un aumento del precio de la vivienda" en ciudades como Barcelona.
La imposibilidad de vivir de alquiler en Barcelona por los altos precios de las rentas castiga especialmente a los barrios de la periferia como Nou Barris que expulsa a los vecinos de toda la vida e impide a sus hijos independizarse obligándoles a permanecer en la casa de sus padres.
La situación de Barcelona no es exclusiva de la capital catalana. Ocurre lo mismo en Valencia, donde los fondos especuladores van tapiando las viviendas que se van quedando libres en los edificios que compran, o en Madrid.
El malestar es cada vez más evidente en la sociedad y por eso no es de extrañar que los afectados hayan comenzado a salir a la calle para manifestarse y plantear medidas como una huelga de alquileres.
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