El propietario de la Casa Orsola de Barcelona y responsable de la empresa Lioness Inversiones SL, Albert Ollé, ha admitido en una carta que se plantea la venta del edificio, a raíz del conflicto por el desahucio de Josep Torrent, uno de los vecinos cuyo desalojo ha frenado la fuerza de la calle y se ha aplazado hasta el 18 de febrero.
"Después de recibir todo tipo de insultos y ataques, supongo que finalmente terminaré vendiendo la finca", ha explicado Albert Ollé en una carta a la que ha tenido acceso Informativos Telecinco, en la que reivindica que la propiedad había llegado a un acuerdo con los vecinos que se dirigieron a ellos.
"Tampoco se dice que otro vecino, después de haber sido pillado introduciendo okupas en la finca, recibió una renovación del contrato cuando su padre, avergonzado, intercedió por él", añade el propietario del edificio, que también denuncia que el vecino con orden de desahucio, "nunca quiso" hablar directamente.
"Siempre lo hizo a través de una plataforma que se hace llamar Sindicat de Llogateres. Ahora, después de más de tres años de confrontación, él ha logrado ser el héroe y yo, al parecer, el criminal", detalla el responsable de la empresa Lioness Inversiones, que se ha referido directamente a Josep Torrent, profesor de matemáticas y el primer inquilino que sería desalojado de su vivienda en este edificio.
"¿Qué valores transmite a sus alumnos cuando defiende huelgas de alquiler y ocupaciones, cuando justifica que no se puede pagar más de 700 euros por un ático con 60 metros de terraza en Consell de Cent con Calabria? El esfuerzo y el trabajo son valores que deberían ser pilares fundamentales de nuestra sociedad, pero parecen tener cada vez menos importancia", menciona.
Otro de los puntos que menciona el propietario del edificio es sobre la vulnerabilidad: "Hay que diferenciar entre quien la sufre y quien la instrumentaliza. Tampoco otro vecino, explica que le ofrecimos dos viviendas, una fuera y otra dentro de la Casa Orsola, y las rechazó. En los últimos días nos exigió un alquiler de 700 euros sin subidas durante siete años", añade.
Por todo ello, Albert Ollé ha mostrado su malestar por los insultos y ataques recibidos y baraja la opción de vender la finca: "Paradójicamente, cuando esto ocurra, es posible que se encuentren con un auténtico buitre que no tendrá ningún interés en preservar el patrimonio ni en encontrar acuerdos. Yo, en cambio, sólo quería mantener de forma sostenible un edificio modernista que forma parte de la historia de Barcelona".
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.