El edificio de Cal Guivernau, declarado Bien Cultural de Interés Local en Roda de Berà (Tarragona), ha sufrido el derrumbe en tres de las cuatro paredes durante las obras de rehabilitación del inmueble, que debía acoger la futura biblioteca del municipio catalán.
Los hechos ocurrieron este martes sobre las 12:00 horas, cuando el incidente "solo ha dejado en pie la fachada principal del edificio histórico", según ha explicado el Ayuntamiento sobre un derrumbe que provocó que los vecinos de tres viviendas adyacentes quedasen atrapados dentro de sus domicilios, aunque no hubo heridos.
El alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili, convocó de urgencia a los arquitectos responsables del proyecto para tomar decisiones tras el derrumbe de la casa señorial, donde se habían reanudado este lunes las obras tras once meses de parón al hallar restos arqueológicos, obligando a modificar el proyecto.
La comisión ha decidido suspender las obras así como suspender el contrato comercial con la Fiscalía, según avanzan desde el consistorio: "El Ayuntamiento otorgará de manera urgente a una empresa experta en demoliciones complejas, que cuenta con un arquitecto perito especializado en este tipo de obras complejas, con el fin de demoler la fachada principal. Este arquitecto también se encargará de averiguar qué pasó".
Los primeros documentos del inmueble datan del año 1793, cuando pertenecía a la familia Vidal Guivernau, de acuerdo con el historiador y arqueólogo Joan J. Menchon i Bes: "El edificio es un exponente de la arquitectura rural de las comarcas meridionales de Cataluña, construido probablemente en el siglo XVII".
En 1922, el Ayuntamiento compró el edificio a la familia Vidal para convertirlo en las escuelas públicas. La escuela entró en funcionamiento durante el curso 1933-34 y lo fue hasta los años 70 cuando, por el aumento demográfico, algunas de las aulas se trasladaron a la nueva escuela, detrás del actual edificio del consistorio.
Por su estado de conservación, a principios de 2000 se planteó su derribo, pero el Centro de Estudios Rodenc, de Les Monges Asociación Cultural, se opuso y pidió al Ayuntamiento y al departamento de Cultura de la Generalitat que elaborara un estudio oficial.
El edificio estaba previsto que se convirtikese en la futura biblioteca municipal de la localidad catalana, con una superficie de 881,55 metros cuadrados y un presupuesto de adjudicación, que ascendía a 1,5 millones de euros, logrando una subvención de más de un millón de euros de los fondos europeos NextGeneration, concedida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y otras dos de la Generalitat de Cataluña.
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