La Justicia ha condenado a un colegio de Viladecans por no actuar frente a un caso de acoso escolar. El alumno fue víctima durante cinco años de bullying sin que el centro activara el protocolo.
La víctima, un niño que llegó al colegio Goar de Viladecans, procedente de Brasil, con siete años sufrió de insultos, vejaciones y agresiones físicas por parte de los compañeros.
El colegio Goar de Viladecans ha sido condenado judicialmente por no aplicar el protocolo necesario para evitar la situación de acoso escolar que sufrió el menor, según informa El Español.
Durante cinco años, el alumno fue acosado por parte de sus compañeros. Según explica su padre, José Manuel Mayans, los problemas comenzaron desde el primer momento. "Le llamaban gordo y sudaca", ha dicho el padre. Después, dice, la situación escaló a agresiones físicas: "Le pisaron el pie y le rompieron cuatro dedos del empeine".
La respuesta del colegio, según el padre, "fue inexistente". En una reunión, el director les dijo que las lesiones de su hijo eran “una simple torcedura”.
La sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1, de Gavá, concluye que el centro educativo no aplicó con diligencia los protocolos establecidos por el Departament d’Educació para prevenir y gestionar casos de ‘bullying’.
El colegio Goar de Viladecans ha sido condenado a indemnizar a la familia del menor con 12.000 euros por daños morales, más 14.413 por las secuelas que sufre el menor. La sentencia no es firme. Cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
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