El Prat de Llobregat (Barcelona) ha abierto un nuevo mirador para ver flamencos en el Delta del Llobregat, donde se han registrado más de 360 especies de pájaros, una de las cifras más altas entre los espacios naturales de la península bérica.
El mirador está ubicado en la entrada de los espacios protegidos, a orillas del río, en una zona con presencia de numerosas aves acuáticas. Esta actuación, promovida por el Ayuntamiento de El Prat, cuenta con un presupuesto de 48.000 euros y ha incluido la adecuación del entorno inmediato del mirador para que sea accesible.
La construcción también cuenta con una plataforma de madera de unos 26 metros cuadrados, con barandilla-mirador y un largo banco para que los visitantes puedan sentarse. El Delta del Llobregat es un lugar importante para la avifauna, puesto que es un punto estratégico en la ruta migratoria del Mediterráneo occidental que une Europa y África.
De hecho, este espacio natural se considera un área de importancia global puesto que acoge especies de conservación prioritaria en el continente europeo. Además, es una zona idónea para el paseo que ofrece un espacio libre verde de gran calidad a la ciudadanía de El Prat, pero también a la de toda el área metropolitana de Barcelona.
Una de las numerosas especies de aves que se aplazan en el Delta son los flamencos. Estas aves se detienen a menudo en el Delta del Llobregat a descansar y alimentarse en sus traslados entre otras zonas húmedas del Mediterráneo Occidental, especialmente el Delta del Ebro, en el sur, o la Camarga, en la desembocadura del Roina, en el norte, pero también otros más lejanos como Doñana.
Los viajes de flamencos entre estos grandes espacios húmedos no constituyen una migración fija y limitada a una época del año en concreto, sino que se produce de forma regular. Por eso se pueden ver flamencos en el Delta del Llobregat en cualquier época del año. Los pájaros viajan de noche y se detienen a descansar de día.
Los lugares del Delta del Llobregat donde encuentran la tranquilidad y el alimento necesarios para su reposo durante sus viajes suelen ser la marisma del Remolar y el tramo final del río Llobregat, por debajo del puente de Nelson Mandela y cerca de la desembocadura, justo enfrente de los espacios naturales de Cal Tet. Por eso se ha instalado allí el mirador de los flamencos.
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