El ministerio de Cultura sorprendía al anunciar el martes 7 de enero la compra, por 7,2 millones de euros, de la Casa Gomis de El Prat de Llobregat (Barcelona), ubicada en la zona de la Ricarda, en las inmediaciones del aeropuerto. La Casa Gomis, adquirida ahora por el ministerio de Cultura, fue un proyecto del arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana para el matrimonio formado por Ricardo Gomis e Inés Bertrand entre 1949 y 1956 y fue construida entre 1957 y 1963, y representa "un ejemplo casi único de vivienda de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX".
La vivienda incorpora espacios para la vida cotidiana de la familia y del personal de servicio, junto con otros de uso polivalente para llevar a cabo reuniones o pequeños actos culturales, y la casa fue uno de los lugares de encuentro de la cultura barcelonesa durante los años 60.
Como apunta el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, uno de los rasgos arquitectónicos más icónicos de la casa es su cubierta ondulada, que se integra perfectamente en el paisaje de pinar litoral que le rodea.
Además, los cierres transparentes o translúcidos y un diseño del mobiliario muy estudiado proporcionan una delicada sensación de continuidad entre el interior y el exterior.
La casa ha sido ha sido adquirida con fondos del Ministerio de 2024, y Urtasun agradecía los esfuerzos de la familia por conservar este espacio durante 60 años. Además, mencionaba que "la gestión y definición del proyecto" de la Casa Gomis lo harán conjuntamente el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de El Prat.
Urtasun también señalaba que la Casa Gomis es un espacio "imprescindible" para hacer un ejercicio de interpretación de cómo la cultura se relaciona con el medio ambiente y el cambio climático, ya que se encuentra en La Ricarda, que tiene la máxima protección ambiental europea.
El ministro recordaba que Barcelona será Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y que próximamente acogerá el Congreso Internacional de la Arquitectura, y que el objetivo es que "esta casa pueda también jugar un papel fundamental" en estas celebraciones.
Por eso, el ministro subrayó que trabajarán para que la casa tenga un papel destacado en la programación de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y en el Congreso Mundial de Arquitectura de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA).
Por su parte, Manifesta 15, la bienal que abrió por primera vez al público el pasado otoño la Casa Gomis, icono racionalista situado en el delta del Llobregat, considera que la compra del edificio por parte del Ministerio de Cultura es "un hito remarcable, que permitirá mantener el patrimonio nacional y su entorno natural".
La directora de Manifesta 15, Hedwig Fijen, ha señalado que la compra por parte del Ministerio de Cultura de la Casa Gomis y el anuncio de su transformación en un centro cultural "se alinea con la misión de la bienal de demostrar cómo las infraestructuras culturales descentralizadas pueden conducir a transiciones socioecológicas".
La Casa Gomis formó parte del eje temático 'Equilibrando conflictos' y durante los tres meses que duró la bienal en 2024, esta sede recibió 58.281 visitas, y se convirtió en "una plataforma clave para despertar el interés del lugar y subrayar su significado cultural y medioambiental", ha subrayado Fijen.
La Casa Gomis fue seleccionada por la bienal hace dos años para poner el foco sobre el peligro inmediato de su demolición debido a la expansión del Aeropuerto de El Prat, y enfatizar así la necesidad de proteger el medio natural de la invasión industrial.
Para el secretario de Estado del Ministerio de Cultura, Jordi Martí, la Casa Gomis es "un edificio importantísimo pero muy poco conocido" y ahora se debe convertir en permanente lo que Manifesta inició, "un espacio para pensar las relaciones entre arte y naturaleza en momentos de emergencia climática".
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