El Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha tratado al primer paciente en Cataluña de mieloma múltiple con células CAR-T, un tratamiento que sólo se podía realizar dentro de ensayos clínicos para probar su efectividad y que, después de los resultados obtenidos, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ya ha aprobado su uso y será financiado dentro del sistema público.
El centro público y monográfico catalán ha sido el segundo en España que ha infundido esta terapia celular a un paciente afectado de esta enfermedad de la sangre. Se trata de un paciente de 66 años que ya había sido tratado previamente con seis líneas distintas de terapia y ahora se le ha podido administrar este nuevo fármaco.
A partir de ahora ya se podrán beneficiar los pacientes afectados de mieloma múltiple que cumplan los requisitos necesarios para poder optar a este tipo de tratamiento.
“Esta primera administración confirma el avance significativo que ha logrado la medicina personalizada en el ámbito de la oncología y la hematología dentro del Sistema Público de Salud y abre sus puertas a una importante mejora tanto en la supervivencia como en la calidad de vida de los pacientes más vulnerables” afirma el hematólogo clínico del ICO Hospitalet Alberto Mussetti.
Todavía hay un número importante de pacientes que, incluso con los fármacos de última generación no responden al tratamiento o la duración de la respuesta es inferior a dos años y rápidamente se hacen resistentes para combatir los mielomas.
En estos casos se ha optado por tratar el mieloma múltiple con terapia celular CAR-T, que consiste en obtener un tipo concreto de células -linfocitos T- de la misma sangre del paciente a través de lo que se llama 'leucaféresis', un proceso de obtención de células que se hace de manera ambulatoria.
Posteriormente, estas células deben ser "reprogramadas y multiplicadas" para modificar los genes. La modificación hace que identifiquen, de forma específica, las células del tumor -en este caso el mieloma- y que expresen una proteína de la membrana celular llamada “B-cell maturation antígeno”. Esta identificación activa las células CART que atacarán a las células del mieloma.
Una vez obtenidas estas células T 'especializadas' es necesario expandirlas, hacer que se multipliquen en el laboratorio y poder obtener una cantidad importante. A partir de ahí se puede volver a infundir al paciente. Se trata pues de un procedimiento individualizado, de una única administración, destinado a pacientes que no tienen otras opciones terapéuticas de larga duración y que presentan una baja supervivencia en la mayoría de los casos.
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