La polémica por el adiós del pesebre tradicional en la plaça Sant Jaume de Barcelona ha llegado hasta la calles de la capital catalana, donde un artista ha escondido por diferentes puntos de la ciudad centenares de miniaturas de ovejas, de apenas cinco centímetros, como reivindicación a un belén que ha sido reemplazado por una estrella de 20 puntas.

"Buscan el pesebre de la plaça Sant Jaume. Están desorientadas porque este año no lo encuentran. Ni lo encontrarán", ha explicado el artista urbano Joan Juncosa, el artífice de un pesebre alternativo, en el que ha repartido a las ovejas de colores por los rincones del barrio Gòtic.

Desde barandillas, muros y cornisas a bancos repletos de miniaturas de ovejas, que forman un rebaño en el que buscan un pesebre inexistente que este año ha sido sustituido por una estrella con puntas de cuatro metros de longitud, un diámetro de nueve metros y una anchura de 10,6 metros que pesa 2,5 toneladas, que está hecha de hierro, metacrilato y luces LED.

"Las ovejitas del Gòtic, nos acompañan hasta la estrella. Para que no se pierda la magia", ha destacado el artista urbano en sus redes sociales, donde ha adjuntado fotografías de unas figuras que han amanecido en Barcelona y sorprenden tanto a turistas como vecinos del municipio catalán.

Joan Juncosa ya ha realizado anteriormente otras obras artísticas como señal de protesta. Es el caso de los urinarios "fuera de servicio" pegados a una pared, en un lugar simbólico de la capital catalana, como indirecta artística para recordarnos que los "meaderos públicos" también son un patrimonio imprescindible en las urbes.

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