El mercado ambulante de Canovelles (Barcelona), que realiza cada domingo, ha estado al borde del cierre ante la imposibilidad de combatir el 'top manta' en el municipio catalán, donde el número de manteros "imposibilita una actuación policial con garantías, la evacuación de afectados por cualquier incidente o, simplemente, el acceso de los servicios de emergencias en caso de una urgencia sanitaria".

Una saturación que llevó al consistorio a anunciar la suspensión de un mercadillo que visitan semanalmente más de 10.000 personas con 382 paradas a lo largo de los 2.500 metros lineales, con el objetivo de encontrar una solución definitiva al mercado ilegal, ya sea reubicando el espacio, haciendo un mercado más reducido o cambiando el día de la semana en el que tiene lugar.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha levantado temporalmente la suspensión, que estaba prevista para el 3 de noviembre, tras llegar a un acuerdo con la Conselleria de Interior de la Generalitat. De este modo, los Mossos d'Esquadra se han comprometido a aumentar el número de efectivos disponibles y a realizar los pertinentes controles de acceso.

La masificación de manteros ha conllevado enfrentamientos con el vecindario debido a la ocupación de los accesos y portales o el malestar de paradistas que pagan impuestos y que ven en el top manta una competencia desleal.

Por ello, el Ayuntamiento de Canovelles también optará por contratar seguridad privada para el control de accesos, tal y como ya se había hecho en ocasiones anteriores, y perimetrará aquellas zonas que se determine que pueden ser más conflictivas, como parques o calles donde habitualmente se ubica la venta ilegal.

El consistorio también trabaja en un cambio de ubicación que permita un incremento de seguridad para los vecinos y vecinas de la zona adyacente al mercado: "La intención es que este cambio pueda llevarse a cabo lo más rápido posible, en cuestión de semanas".

Unos cambios que siguen dejando abierta la posibilidad de suspender el mercado en caso de que los compromisos alcanzados no se mantengan en el tiempo o no sean suficientes para garantizar la seguridad de las personas del municipio.

El consistorio recibió un informe de los Mossos d'Esquadra en el que se puso de relieve que actualmente, en caso de producirse un incidente grave, no se puede garantizar la evacuación de los afectados.

El mismo documento explica que existe “un número incontrolable de entre 250 y 300 vendedores, totalmente indisciplinados y sin interlocutor válido, que han saturado los pocos espacios disponibles entre los puestos legalizados, situándose, principalmente, sobre las aceras y vías de evacuación” y tacha la situación actual como un caso de fuerza mayor.

"No podemos permitir que la situación actual se perpetúe, ya que Canovelles quiere un mercado de calidad y seguro”, explicó el alcalde del municipio catalán, Emilio Cordero, antes de recular en la suspensión. Incluso hizo un llamamiento a la ciudadanía a no comprar en el top manta porque "gracias a las personas que compran productos falsificados ha sido necesario cerrar un mercado que funcionaba".

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