La Guardia Urbana de Badalona ha intervenido un local comercial donde el propietario había construido 18 infraviviendas de 15 metros cuadrados y sin ventilación, por las que cobraba a unas 30 personas 450 euros para vivir en "espacios inadecuados e insalubres", que no cumplían con las mínimas condiciones de seguridad y dignidad. Así lo han contado en el vídeo J. Arenas y T. Hinojosa.
La mayoría de los inquilinos son familias vulnerables, por lo que el ayuntamiento de Badalona presentará expedientes disciplinarios por sanción muy grave al propietario y a la comercializadora, con sanciones que pueden ascender hasta los 12 millones de euros.
De momento, el local no ha sido precintado y la gente sigue en el interior. "Una persona despiadada ha cogido un almacén y un local y ha construido unos zulos de 15 metro cuadrados, que se ha dedicado a comercializar y alquilárselo a personas desesperadas porque no encuentran vivienda”, ha denunciado el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol.
El propietario comercializaba los espacios a través de una inmobiliaria y los inquilinos vivían en "zulos" ubicados en el local comercial y un almacén, que era una carpintería sin permiso de obra. Cada infravivienda tenía desde la cocina hasta una cama para dormir. ”La mayoría eran personas inmigrantes, creo que la mayoría trabajan, había incluso una familia con un bebé, son personas humildes", ha añadido Albiol, sobre un lugar en el que esperan proceder "de manera inmediata".
”No estamos hablando de un señor que hace cuatro obras para colocar a vivir a un amigo, estamos hablando de un profesional de la explotación que a través de una API comercializa zulos. No había ningún permiso de obras en ese local”, ha matizado el alcalde sobre unas condiciones deplorables que podrían haber causado alguna tragedia.
"Esta persona ha demostrado hasta qué punto una persona puede ser salvaje. Si aquí hubiese habido un incendio, todas estas personas no tienen salida”, ha sentenciado Albiol sobre una actuación de la Guardia Urbana de Badalona que se ha producido tras detectar la infravivienda.
Una de las inquilinas es una mujer de Marruecos, que llegó hace dos años a Cataluña, y que llevaba 23 días viviendo en el zulo junto a su marido y su bebé. Según explica a Informativos Telecinco, tiene un contrato firmado con una empresa, que les dijeron que era una vivienda social por la que pagan 650 euros al mes: "Necesito un sitio donde vivir con mi bebé. Seguiré buscando una alternativa".
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