Hay robos que tienen consecuencias más allá del valor de lo que se sustrae. Es el caso del cobre que se están llevando de un barrio de Barcelona y que tiene a 90 vecinos sin electricidad desde hace días. Es la tercera vez que les ocurre y hay ancianos y personas dependientes que no pueden seguir así ni un minuto más.
Francesc Xavier no ha podido dormir nada porque no puede encender su respirador: "El médico me dijo que podría tener una muerte súbita, yo sin esto no puedo vivir". Y le han recomendado que vaya al hospital para usar una máquina similar: "¿Cómo voy a ir si no puedo ni bajar por el ascensor ni nada?".
Laura, otra vecina, mira la comida de su nevera que no va a poder aprovechar por la falta de luz: "¿Y toda la comida? Nadie se va a hacer responsable de eso". La desesperación aumenta entre los 90 vecinos del bloque de viviendas sociales que sufren esta situación muy a menudo.
"Me puedo quedar todo el día sin luz que aquí nadie se hace cargo", lamenta Laura. La comunidad sabe que los ladrones de cobre aprovechan la poca seguridad del parking: "Las puertas de entrada, les das una patada y entras. Necesitamos un poco de ayuda en todo esto, seguridad", sentencia Inés, otra residente. Todo, para hacer frente a un robo que ya habían sufrido hacía tan solo un mes.
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