El cuerpo de Agentes Rurales de Cataluña ha denunciado a un furtivo por un delito contra la fauna tras capturar aves protegidas e instalar dos redes de pantalla, llamadas redes japonesas, en un campo de girasoles del término municipal de Corbins (Lleida).
Los agentes interceptaron in fraganti al furtivo cuando retiraba a los pájaros que habían quedado atrapados. Eran un total de 44 aves de especies protegidas como jilgueros o gorriones comunes. Entre ellas, ocho muertas a causa de las redes.
Los ejemplares vivos fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna de Vallcalent, del departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica para su protección y recuperación.
El furtivo, que recibía ayudar por parte de tres menores de edad inimputables, ha sido denunciado penalmente y ambas redes han sido comisadas y puestas a disposición de la Autoridad Judicial, en una operación que ha sido llevada a cabo por efectivos del Segrià y del Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo (GEVA) del Cuerpo de Agentes Rurales.
La captura y comercio de pájaros fringílidos está totalmente prohibida. Por su tenencia se debe disponer de una de autorización excepcional y los ejemplares deben estar identificados con anillas oficiales de la Generalitat de Cataluña.
El artículo 336 del Código Penal determina que las redes japonesas son artes de caza ilegales al ser un método masivo y no selectivo y su uso es un delito penal contra la flora y la fauna.
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