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El Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha puesto en marcha una campaña para concienciar a la ciudadanía sobre los efectos nocivos que el consumo abusivo de bebidas energéticas.
Bajo el lema 'Bebidas energéticas. Peligro de sobrecarga', el consistorio de la localidad catalana quiere llegar a las familias, a los centros educativos y al mundo del deporte para concienciar a los jóvenes de que hagan un consumo responsable y reducir sus comportamientos adictivos.
“Queremos darles las herramientas para que tomen sus decisiones. Porque quiero que tengan muy presente que la ciudad se preocupa y escucha", ha explicado el alcalde de L'Hospitalet, David Quirós.
El Ayuntamiento ha incluido el consumo abusivo de bebidas energéticas en el plan de prevención de drogas y adicciones, la misma categoría junto a sustancias como el alcohol, el tabaco, el cannabis y los hipnosedantes, y el abuso de pantallas y juego.
Todo ello, con el objetivo prevenir, reducir y retrasar inicio en el consumo de sustancias y otros comportamientos adictivos o generadores de dependencia entre la población.
El Plan de prevención de drogas y adicciones de L'Hospitalet ha alertado del creciente consumo de bebidas energéticas entre los jóvenes, "asociada a una carencia de conciencia de los problemas asociados a su consumo, así como falta de información tanto entre la juventud como entre los agentes educativos y comunitarios sobre los efectos nocivos que estos productos tienen".
"El consumo de este tipo de bebidas va asociado a una imagen atractiva de los productos y a falsas promesas de un mejor rendimiento físico y mental", añade el consistorio sobre la campaña, que incluye la difusión de distintos materiales informativos como folletos, carteles y vinilos.
Las bebidas energéticas son productos que contienen dosis elevadas de cafeína y de azúcar, además de otros ingredientes estimulantes y que, por tanto, no pueden considerarse saludables. Así, una lata de 330 ml contiene el equivalente en cafeína a cuatro latas de refresco de pegamento, cuatro cafés filtrados o dos cafés exprés.
Los principales problemas de salud que se derivan pueden ser cardíacos (aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial), neurológicos (ansiedad, insomnio, problemas de concentración), digestivos (náuseas, vómitos), metabólicos (obesidad, diabetes) y de dependencia (adicción a la cafeína).
Todo esto puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico y deportivo, ya que estos productos bloquean el cansancio y la fatiga de forma momentánea, pero no producen nueva energía.
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