El Ayuntamiento de Barcelona estudia sancionar a los propietarios de perros que no limpien sus orines en las calles de la capital catalana. Una petición vecinal que se recogerá en la nueva ordenanza del gobierno municipal y entrará en vigor el año que viene, según ha avanzado La Vanguardia. Así lo cuentan en el vídeo L.Sólvez y O. Arnaiz.
De este modo, los dueños de los animales no podrán escaquearse una vez sus mascotas hayan orinado en cualquier esquina. Una limpieza de los orines que se recogería en la nueva ordenanza de civismo de Barcelona, al ser una de las propuestas ciudadanas más apoyadas en el proceso participativo del proyecto de reforma, que se elaboró en 2005 para facilitar la convivencia en el espacio público.
"Me parece genial. Cuando pasa un tiempo, la ciudad huele a pipí. Es normal que haya que echar un poco de agua con vinagre o desinfectante para que no huela", explica un vecino de Barcelona, con botella en mano para limpiar la orina de su mascota.
"La ciudad no es solo de la gente que tiene perros. También es de los niños, matrimonios, personas mayores. Es de todos y entre todos tenemos que mantenerla limpia", añade el mismo vecino. Como él, otros propietarios de perros también salen a pasear con la botella: "Espero que termine de hacer pipí, abro la botella y riego donde haya orinado. Es lo mejor".
Sin embargo, no todos los vecinos reconocen que lo hacen. Una acción que en un futuro pasará a ser obligatoria en Barcelona, donde multan desde diciembre del año anterior a los propietarios que lleven a los perros sueltos.
No llevar al animal atado puede acarrear una multas de 100 euros, aunque en el caso de que supongan un peligro para otras personas o para el entorno puede ser de 300 euros; y de 600 euros cuando estén en parques infantiles.
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