Yeiri acude como cada día a dar de comer a su rebaño de ovejas, pero esta vez, antes de ponerse manos a la obra, tiene que pasar por la enfermería improvisada que hace unos días ha tenido que levantar.
Es ganadero de Zalamea la Real, en Huelva. Un pequeño municipio de unos 3.000 habitantes con gran dedicación al mundo rural. Desde hace unos días están desesperados.
En poco tiempo Yeiri ha visto como una treintena de sus ovejas han amanecido muertas por las graves heridas provocadas por el ataque de perros sueltos y salvajes. 8 de sus ejemplares han sobrevivido, pero están graves y convalecientes y necesitan cuidados especiales y diarios.
Es un problema compartido, ya que no es el único ganadero de la zona que denuncia esta situación. Hasta 15 fincas colindantes a la de Yeiri han pasado por lo mismo.
Más de 100 ovejas han aparecido muertas, todas con heridas muy similares. Además al menos otro centenar sufren heridas.
Muchos de estos ganaderos afectados se han visto obligados a colocar cámaras de seguridad con visión nocturna para poder demostrar estos hechos. Con algunas de las imágenes captadas han podido denunciar ante la Guardia Civil lo sucedido
A pesar de los esfuerzos se siguen sintiendo indefensos y piden que se les proteja no sólo por la propia seguridad de sus rebaños, si no por las pérdidas económicas que estos ataques les están generando.
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