El Puerto de Barcelona y la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), en colaboración con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), están llevando a cabo un proyecto con un dron del servicio RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) de la EMSA para el seguimiento de emisiones de óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno, así como para la videovigilancia de posibles vertidos en aguas portuarias del Port de Barcelona.
En concreto, el dron del servicio RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) realiza un seguimiento de emisiones de óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno y también hace tareas de videovigilancia de posibles vertidos en aguas del puerto. Está dotado de cámaras y sensores de gases que miden los niveles de óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno que emiten las embarcaciones.
El control afecta a barcos atracados y fondeados y también a barcos en tránsito por los canales exteriores de acceso al Puerto, así como a barcos que realizan maniobras en aguas interiores del recinto portuario, informa la entidad portuaria en un comunicado. El dron tiene una capacidad de vuelo de cuatro horas al día y un rango de vuelo de 10 kilómetros. Los sensores y cámaras cubren rangos espectrales ópticos e infrarrojos que detectan mejor los gases expulsados a través de las chimeneas de los barcos.
El Puerto se encarga de seleccionar a los barcos que se deben monitorizar y de hacer el seguimiento de todas las operaciones del dron. Además, analiza los resultados de las mediciones que el aparato realiza. Hasta ahora, estos datos sólo se pueden calcular con fórmulas estimativas, y el reconocimiento real permitirá mejorar las medidas a implantar para reducir las emisiones en el puerto.
La prueba piloto durará 5 meses y permitirá evaluar esta tecnología para controlar las emisiones que generan los barcos que hacen escala en el Puerto de Barcelona.
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