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Este jueves, el paseo Lluís Companys de Barcelona y toda la zona del Arco del Triunfo de la Ciudad Condal se ha convertido en el escenario de la aparición y desaparición de Carles Puigdemont después de siete años huido de España.
Unos minutos antes de las 09:00 horas aparecía en pleno centro de Barcelona, con paso ágil y acompañado por Jordi Turull y al menos tres miembros de seguridad. Recorrió varias calles hasta llegar al Arco del Triunfo, donde le esperaban los suyos.
El presidente del Parlament, Jordi Turull, y varios diputados de Junts le han escoltado por el paseo de Lluis Companys, un recorrido que parecía estar medido al milímetro hasta llegar al escenario.
Su discurso ha durado algo menos de cinco minutos para volver a desaparecer detrás de un biombo. Su abogado, Gonzalo Boye, le ayudaba a abandonar rápido el escenario. Es, hasta ahora, la última imagen del expresidente en España, el momento en el que se le pierde la pista.
Todo el mundo le buscaba en la comitiva de Junts hasta el Parlament, o junto a su equipo más próximo. El director de su oficina y su abogado, muy pendientes del teléfono y de la hora. También de cualquier movimiento policial, mientras sobrevolaba el cielo de barcelona un helicóptero de los Mossos.
Los Mossos han blindado el entorno del Parlament, pero Puigdemont ya habia emprendido su huida como hiciera hace siete años. La marcha al Parlament no ha resultado más que una maniobra de distracción, un truco de escapista para salir de escena. De momento, el que fuera presidente de la Generalitat, sigue en paradero desconocido.
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