Salvador Illa se ha convertido en el president de la Generalitat de Cataluña con 68 votos a favor y 66 en contra, ni si quiera el espectáculo de escapismo protagonizado por Carles Puigdemont y su entorno ha impedido que el líder del PSC se convirtiese en el 133º president catalán, como cuenta en el vídeo Miguel Mollà Berenguer.
La jornada de la votación de investidura de Illa ya se intuía movida cuando el día anterior Puigdemont anunciaba su vuelta a España y así fue. Unos minutos antes de las 9:00 de la mañana del jueves aparecía en pleno centro de Barcelona escoltado a la carrera y perseguido por algunos seguidores que chillaban su nombre como si de un cantante se tratase.
Tal y como había anunciado, Puigdemont ha acudido al acto que Junts y las entidades soberanistas habían convocado ante el Arc de Triomf de Barcelona para dar una "bienvenida institucional" al expresident, huido durante siete años, con motivo de la investidura del socialista.
Puigdemont, quien prometió en varias ocasiones en campaña que acudiría al primer pleno de investidura, ha intervenido durante unos breves minutos, aclamado por las cerca de 2.500 personas que estaban congregadas y próximas al perímetro policial con que los Mossos habían cercado el parque de la Ciutadella de Barcelona, con solo una de sus puertas abiertas para acceder al Parlament.
Tras su intervención, con todas las miradas y los objetivos de las cámaras sobre él, el expresidente catalán ha bajado del escenario y se ha encaminado al Parlament, acompañado de diputados y cargos electos de su partido y envuelto por una masa de seguidores.
Al abrigo de la multitud, Puigdemont se ha escabullido de la comitiva y, en un lateral del paseo, ha emprendido la huida a bordo de un turismo blanco, propiedad de un mosso d'esquadra que ha sido detenido horas después por facilitar la fuga del expresidente catalán.
La policía catalana ha tratado de detener, sin éxito, el coche donde viajaba el expresident, que ha logrado perderse rápidamente por las calles de Barcelona.
Ello ha motivado que los Mossos d'Esquadra activaran la operación Jaula para controlar los vehículos que abandonaban Barcelona y su área metropolitana, un dispositivo que después han extendido por toda Cataluña y que ha provocado colas kilométricas, sin hallar rastro alguno de Puigdemont.
La breve irrupción de Puigdemont en Barcelona, sin que fuera interceptado por los cuerpos de seguridad a su llegada, y su rápida huida, en un acto televisado en directo y ante un despliegue policial de máximos, ha provocado una lluvia de críticas a los Mossos d'Esquadra, un cuerpo policial históricamente atrapado en la refriega partidista y bajo la permanente sospecha de politización.
En unas horas, la policía catalana ha detenido a dos mosso d'esquadra acusado de facilitar la huida de Puigdemont en coche, mientras expedía una citación para interrogar como investigado al secretario general de Junts, Jordi Turull, quien ha acompañado al expresidente catalán en su efímera aparición pública. Y todavía prevén más detenciones.
En un comunicado, los Mossos d'Esquadra han negado cualquier tipo de "acuerdo o conversación previa" con el entorno del expresident en relación con su detención, para lo que aseguran han activado un dispositivo "proporcional" que evitara desórdenes porque su prioridad era garantizar la seguridad del pleno de investidura.
Según la policía catalana, el dispositivo de seguridad se había planificado "con la fuerza suficiente" para que el pleno de investidura del socialista Salvador Illa se celebrara con normalidad, dado que ese era el "principal objetivo del cuerpo", por lo que se buscaba que la detención de Puigdemont "se hiciera de forma proporcionada y en el momento más oportuno para no generar desórdenes públicos".
El recién investido presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, se ha comprometido a "gobernar para todos" a partir del respeto y con un tono positivo que atienda a la pluralidad de Cataluña, ya que el actual es "un momento histórico de cambio" que así lo requiere.
"Empezamos un camino", ha afirmado nada más ser investido president con los 68 votos a favor de PSC, ERC y Comuns, a quienes ha agradecido su apoyo, en una intervención en la que ha señalado que el Govern saliente, presidido por Pere Aragonès, ha dejado el país "mejor de cómo lo encontró".
Illa ha admitido que la jornada de este jueves ha sido "compleja", debido a la incógnita sobre el paradero del expresident Carles Puigdemont, si bien ha celebrado que, pese a todo, se haya "preservado el funcionamiento de las instituciones".
El flamante presidente de la Generalitat también se ha dirigido a los diputados que no le han respaldado, insistiendo en que gobernará "para todo el mundo" y tratará de estar a la altura de las circunstancias.
Al Govern saliente, Illa le ha vuelto a reconocer su labor: "Servir al pueblo de Cataluña es el máximo honor que se puede tener, y ustedes lo han hecho de la mejor forma que han sabido y reitero que creo que han dejado un país mejor del que se encontraron".
"Gobernaré para todo el mundo, teniendo en cuenta la pluralidad y la diversidad de Cataluña. El primer paso para hacerlo es respetarnos, teniendo un tono constructivo y positivo", ha señalado.
"Estaré al servicio de todos ustedes, intentando hacer las cosas lo mejor posible, pero solos no lo conseguiremos. Estamos en un momento histórico de cambio, hay muchas oportunidades, también riesgos, y necesitaremos a todo el mundo, la sociedad civil organizada y a los ciudadanos que puedan aportar. Me tienen a su servicio, empezamos un camino", ha concluido.
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