El Parlament ha aprobado este jueves la reforma parcial de su reglamento para ampliar la delegación de voto de los diputados y permitir el voto telemático, lo que posibilitará que puedan hacerlo los electos residentes en el extranjero: el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconseller Lluís Puig.
Lo ha hecho con el 'sí' de PSC-Units, Junts, ERC, Comuns y CUP (grupos impulsores de la iniciativa), el rechazo de PP y Vox y la abstención de Aliança Catalana (AC).
El Consell de Garanties Estatutàries (CGE) avaló la propuesta de reforma, salvo una frase relativa a la delegación de voto porque considera que vulnera el artículo 23.2 de la Constitución.
En la votación de las enmiendas al texto, Junts se ha quedado sola en su propuesta de eliminar el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, que prevé la suspensión inmediata de los diputados a los que se abre juicio oral por delitos vinculados a la corrupción, que fue el que se aplicó hace dos años a la entonces presidenta de la Cámara, Laura Borràs, para suspenderla del cargo.
El texto aprobado también posibilitará que la CUP se pueda constituir como grupo parlamentario, con la cesión temporal de un diputado por parte de otro partido, evitando así que compartan grupo mixto con AC esta legislatura.
La iniciativa propone modificar 4 artículos del reglamento del Parlament y añadir otro y dos disposiciones transitorias, para ampliar supuestos de delegación de voto, regular el voto telemático, flexibilizar el procedimiento de adscripción de diputados a otros grupos, y modificar la mayoría necesaria para aprobar declaraciones institucionales.
Respecto a la delegación de voto, hasta ahora existían los supuestos de maternidad, paternidad, hospitalización, enfermedad grave e incapacidad prolongada, al que la reforma añade el de "situaciones excepcionales debidamente justificadas a criterio de la Mesa en que, para impedir el desarrollo de la fundación parlamentaria y atendidas las especiales circunstancias, se consideren suficientemente justificado".
El texto también prevé que en esas circunstancias se pueda pedir el voto telemático, que podrían pedir también diputados con compromisos de representación institucional del Parlament o la Generalitat en el extranjero que les impida asistir a una votación.
Además, en una nueva disposición transitoria, la propuesta explicita que podrán delegar el voto "los diputados que se encuentren dentro de las causas incluidas en la Ley orgánica 1/2024, del 10 de junio, de amnistía" siempre y cuando haya cualquier procedimiento abierto sobre si se les aplica esa ley.
Sobre la adscripción de los diputados a grupos, la reforma contempla que, en los 5 primeros días de cada periodo de sesiones, un diputado pueda cambiar de adscripción incluso si los grupos ya están constituidos, con el visto bueno previo del portavoz del grupo al cual se quieren adscribir.
En otra disposición transitoria, la propuesta prevé que, si se aprueba la reforma parcial, se dispondrá de un "periodo excepcional de 10 días para realizar cambios en la adscripción de los diputados a otros grupos parlamentarios, así como la posibilidad de constituir nuevos grupos".
Finalmente, la propuesta modifica las mayorías necesarias para aprobar declaraciones institucionales en el Parlament: en vez de la unanimidad que hacía falta hasta ahora, pasaría a ser suficiente el voto favorable del presidente de la Cámara y una mayoría cualificada de dos tercios de la Junta de Portavoces.
"Todo es perfectamente constitucional", ha defendido el diputado del PSC-Units Ferran Pedret en su intervención dirigiéndose al PP, que llevó el texto al CGE, y ha asegurado que su formación está con la mayoría social que desea que las cosas vayan mejor en Catalunya.
Para la diputada de Junts Jeannine Abella, era un fracaso que diputados elegidos no puedan participar de decisiones parlamentarias, y ha defendido la enmienda de su grupo para eliminar el artículo 25.4 del reglamento: "Es un artículo más que mejorable. Aunque en un primer momento votamos a favor, tras haber visto el uso político que se hizo, ha surgido más la necesidad de modificarlo o eliminarlo".
Además de reivindicar la resolución del CGE, Marta Vilalta (ERC) ha manifestado que los cambios que introducen ya existen en otras cámaras, ha aplaudido que la reforma salga adelante con una amplia mayoría y ha rechazado eliminar el artículo 25.4 porque siguen defendiendo que a un diputado al que se abra juicio oral por delitos vinculados a la corrupción se le debe "apartar y dar un paso al lado".
Desde los Comuns, Susanna Segovia ha elogiado la totalidad de la reforma, destacando que podrán hacer declaraciones institucionales "sin tener el veto de la ultraderecha", y ha criticado que Junts propusiera eliminar el 25.4.
La diputada de la CUP Laure Vega ha celebrado la reforma del reglamento porque "cuando una norma no es justa, cuando se vulnera un derecho, hay que cambiar las normas".
El diputado del PP Juan Fernández ha anunciado que, pese a la resolución del CGE, llevarán el texto al Tribunal Constitucional (TC) tras acusar a los independentistas de impulsar una reforma hecha "a medida" de sus intereses. "No toca, es sectaria y totalmente partidista", ha opinado el diputado de Vox Joan Garriga sobre la reforma del reglamento, a la que habían presentado una enmienda a la totalidad.
La diputada de AC Sílvia Orriols ha defendido los cambios en el voto telemático para permitir que puedan hacerlo Puigdemont y Puig, pero no comparten las modificaciones que permiten "el transfuguismo provisional por razones económicas".
La portavoz de ERC, Raquel Sans, no ha descartado este jueves la posibilidad de un acuerdo "inminente" con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat, pero ha reconocido que quedan "más que flecos". Así lo ha dicho en declaraciones a la Cadena SER en la recta final de la negociación con el PSC, después de que los republicanos fijaran los últimos días de julio como límite para alcanzar un acuerdo con los socialistas, unas conversaciones que, según ha asegurado, "avanzan", aunque detecta "desconfianza" en su partido.
"El acuerdo podría llegar de forma inminente, porque es el límite que nos hemos fijado desde ERC, porque siempre hemos recordado que, si bien el PSC ha optado por la negociación con ERC, existen otras mayorías, con lo cual si nosotros no somos capaces de alcanzar el acuerdo que sea bueno para los intereses de Cataluña, pues obviamente el PSC dispone de otras mayorías y queremos darles margen", ha declarado.
Sans ha explicado que las negociaciones con el PSC se centran principalmente en cuatro carpetas: la resolución del conflicto político, la financiación, el catalán y las políticas sociales. La segunda, la soberanía fiscal, es sobre la que "todavía" están negociando, porque para ERC es "fundamental".
"Se trata del concierto económico, al que se le pueden poner matices y todas las especificidades que sean necesarias, pero al final es tener la llave de la caja, recaudar el 100 % de los impuestos", ha insistido.
En el caso de que ambas formaciones alcancen un acuerdo para investir a Illa, ERC avanzó que debería ser ratificado en una consulta "vinculante" a su militancia. "La militancia de ERC es soberana y al final va a tener la última palabra en esta decisión. Yo creo que la mejor garantía de que la militancia de ERC pueda aprobar el acuerdo es que sea un muy buen acuerdo y que sea un acuerdo que la militancia de ERC entienda que favorece a los intereses de los catalanes y las catalanas", ha sostenido.
Sans ha advertido de que percibe en las asambleas de su partido recelos hacia los socialistas: "Hay un sentimiento de desconfianza hacia el PSOE, básicamente, por los incumplimientos, porque una cosa son las buenas palabras y llegar a acuerdos, pero vemos que algunos de estos acuerdos que alcanzamos después no se cumplen".
Pese a que ha "valorado positivamente" los gestos de los últimos días por parte del Gobierno, como el traspaso del Ingreso Mínimo Vital o Rodalies, Sans ha señalado que la imagen de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, forma parte de la "normalidad democrática" y no iba vinculada a la investidura. "ERC dio la presidencia del Estado a Pedro Sánchez y había una serie de acuerdos que debían cumplirse y esa fotografía se enmarca más en esa cuestión que en un futuro pacto en Cataluña", ha apuntado.
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