Reabre el parque fluvial del Besòs tras el vertido tóxico por el incendio en Polinyà, Barcelona: centenares de peces muertos

El parque fluvial del Besòs ha reabierto tras cerrar por el vertido tóxico a raíz del incendio en cinco naves industriales de Polinyà (Barcelona), que obligó a confinar a la población.

El vertido tóxico en el río Besòs llevó a que la Diputación de Barcelona y los ayuntamientos de Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Montcada i Reixac acordaran el sábado cerrar el parque fluvial para el uso público.

Este domingo se han seguido retirando peces muertos en los tramos del río que pasan por estas localidades, a cargo del voluntariado de Agrupacions de Defensa Forestal (ADF) y Agents Rurals, a instancias de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).

La Agència Catalana de l'Aigua está analizando la calidad del agua del río Besòs tras el vertido tóxico del pasado viernes como consecuencia del incendio de una empresa de almacenamiento de productos químicos en Polinyà.

Centenares de peces muertos por el vertido tóxico

El vertido ha provocado la muerte de varios centenares de peces --carpas y anguilas--, que se recogieron entre el sábado y el domingo, y que en estos momentos se está monitorizando la calidad del agua.

Han asegurado que "el foco ya está controlado" y que ahora el agua que circula por el río va recuperando su calidad de forma progresiva, y que se irán haciendo los controles pertinentes.

En el momento del incendio hubo una parte del agua contaminada que se fue hacia el alcantarillado y directamente a la depuradora, y que otra parte se quedó en el depósito de retención previsto "ante eventualidades como esta".

También hubo una parte del agua que se fue a la Riera de Polinyà, a través de la red de aguas pluviales, pero "como estaba seca esta agua se quedó estancada.

Interceptados 9.000 metros cúbicos de vertidos

Las consecuencias del incendio también dejaron afectaciones en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de la Llagosta (Barcelona), "interceptando 9.000 metros cúbicos del vertido y evitando así su llegada directa al río Besòs".

La composición del vertido mató a las bacterias con las que se trabaja en la depuradora para tratar las aguas que recibe antes de su evacuación al cauce del Besòs.

Ahora, la depuradora tardará 15 días en recuperarse del vertido químico en el Besòs. "Se derivó la entrada de agua residual hacia un tanque, desde donde ahora se analiza y estudia la mejor manera de hacer el tratamiento".

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