La imagen del autocar encajado en la boca del túnel sobrecoge. El vehículo, en posición casi vertical, se despeñaba este martes en la C-32, a la altura de Pineda (Barcelona). Los equipos de emergencias han asistido a un total de 52 pasajeros y hay una veintena de heridos, tres de ellos en estado crítico. La primeras hipótesis hablan del pinchazo de una rueda o de que el conductor se quedara dormido. La investigación sigue su curso, como informan Alejandro Mendoza, S. Guzmán y S. Expósito.
Los bomberos han roto la ventana trasera para poder evacuar a la mayoría de heridos; los que viajaban delante se han llevado la peor parte, tres están críticos. Los bomberos, tuvieron que sacar a los más de 60 pasajeros, pero el conductor tuvo que ser liberado con ayuda de una autoescalera llegaron hasta él, que se encontraba atrapado.
Los trabajos de rescate han sido muy complicados, por la altura y el riesgo de que se terminara de caer el autobús que quedó en una posición delicada.
El autobús de la empresa Monbus trasladaba al grupo de trabajadores de una empresa textil a su planta en Palafolls. Los investigadores tratan de averiguar qué ocurrió para que el autocar sufriera ese impacto tan violento. El reventón de una rueda pudo ser la causa, aunque tampoco descartan que el conductor se quedara dormido.
Por el momento, la carretera permanece cerrada al tráfico, que después del accidente ha provocado retenciones kilométricas.
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