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El segundo día de juicio al acusado de presuntamente violar y dar una paliza una menor de 16 años en 2021 ha contado con la declaración de varios Mossos d'Esquadra, entre ellos el agente que acompañó a la víctima a reconstruir el recorrido que hizo en la noche de Halloween, al sufrir la agresión sexual de camino al tren para regresar a casa.
"La víctima en todo momento quería colaborar, pero no recordaba. Tenía bastante claro lo que había pasado durante toda la noche hasta el momento de los hechos", ha explicado el agente sobre una reconstrucción del recorrido a través de la geolocalización de su teléfono móvil.
La víctima solo tenía en mente algunos elementos del camino: "No sabía por qué", ha admitido el agente, que comprobó que el acusado tiene antecedentes por agresión sexual y que había elementos que se correspondían con las personas que buscaban. La prueba que les permitió estrechar la búsqueda fue la grabación que una persona realizó a 11 personas que produjeron daños en vehículos el mismo día de los hechos.
Todos eran amigos, excepto uno. Era Brian, el sospechoso que fue cazado por las cámaras de seguridad con la misma ropa con la que presuntamente cometió la agresión sexual. "Al ver que había cámaras se puso la capucha", detalla la inspectora de los Mossos d'Esquadra, que también ha declarado este martes en la segunda sesión del juicio.
La investigación realizada acredita la declaración de la amiga de la víctima y el joven que mantuvo relaciones consentidas antes de la agresión sexual. Las imágenes de 150 cámaras de seguridad permitieron descartar que las personas que entraron en contacto con ella aquella noche estaban en su recorrido, donde sobre las 06:16 horas apareció una persona que caminaba detrás de la chica de 16 años.
"En un momento sale corriendo hacia ella. Posteriormente vemos que el teléfono de Brian se encuentra en el mismo repetidor", destaca la inspectora sobre unas imágenes "difusas" que permitieron conocer el atuendo del acusado.
La agresión duró unos 23 minutos. Después, esta persona volvió a salir en las cámaras de seguridad. Esta vez en una imagen "más nítida" que permitió identificar el vestuario y su constitución: "A la salida, la única persona que hace el recorrido hacia atrás lleva en el brazo izquierdo una chaqueta que correspondía a la de la víctima, que describió la madre".
Finalmente, los hechos delictivos de un grupo de 11 personas acabaron por destapar la identidad del acusado. "Nos salió que vive en Igualada con un amigo y su novia. Empezamos vigilancias para confirmar que vivía allí y a ver si salía con prendas de ropa que teníamos identificados", añade la inspectora sobre unos hechos que confirmaban las sospechas.
"Coincidía todo. Constatamos imágenes, no había ninguna otra persona y ningún vehículo que hiciera el recorrido de entrar en ese callejón y salir de ahí". Una vez entraron en su domicilio, encontraron la ropa que él llevaba. También la chaqueta, que permitió hacer un análisis y validar que las muestras biológicas encontradas coincidían con el ADN de la víctima.
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