La Mercè, el único centro español de FP que enseña el oficio de relojero: "Muchos se apuntan por afición"

El tiempo pasa y las ganas por aprender el oficio de relojero continúan intactas desde el instituto La Mercè de Barcelona, el único centro de toda España que imparte el Ciclo Formativo de Grado Medio (CFGM) de Mantenimiento y reparación en relojería. Una clase que forma a los alumnos a una antigua disciplina repleta de oportunidades laborales.

Javier Martínez es uno de los dos profesores que enseña a los alumnos a convertirse en relojeros. "La idea es que aprendan conceptos mecánicos, que cojan habilidad manual y sean capaces de hacer de reparador de reloj mecánico", explica el docente a Informativos Telecinco sobre un curso con todo tipo de perfiles.

Los aprendices van desde los 16 a los 85 años. Unos pocos por afición y la gran mayoría con el deseo de encontrar trabajo al acabar el ciclo de grado medio. "La mayor salida es la de relojero reparador. Es el único curso en España con titulación. Salen con los conocimientos suficientes, pero en realidad hablamos de un oficio y lo que hace falta son muchos años de experiencia", admite Javier.

Habilidad mecánica de los alumnos

Desde el centro educativo catalán enseñan "lo básico" a los alumnos para que salgan al mercado laboral con las nociones necesarias para manipular relojes. "Hay mucho aficionado de reloj que se apunta libremente y lo hace por afición. La relojería mecánica viene de atrás y la gente mayor conoce y todavía colecciona, mantiene y repara los relojes mecánicos".

"La gente que accede ya tiene un poco de habilidad mecánica. Se puede empezar de cero, pero es más fácil si ya has tenido esa llamada del montaje y desmontaje", reconoce Javier sobre el perfil de sus alumnos. Uno de ellos es Martín, que manipula con destreza las pequeñas piezas de un reloj.

"Estaba estudiando Ingeniería Mecánica, algo muy opuesto, y siempre tuve interés por los mecanismos. Vi que era el único curso oficial en España y me apunté. De pequeño siempre estaba toqueteando cosas, es una cosa que desde fuera no sabes cómo funciona, tienes que meterte dentro para inspeccionar. Gracias a este curso, he encontrado mi vocación", admite el joven de 23 años.

Pocos aprendices y muy buscados

Un oficio con gran empleabilidad, que desde el instituto La Mercè ha sido vital para que muchos aprendices se enamorasen de un oficio que no queda en el olvido con el transcurso del tiempo. "En Argentina estaba estudiando Ingeniería de Alimentos y vi que no era lo mío. Igualmente, me gustaría dedicarme a la industria, pero ya encontré mi vocación que es la industria relojera", afirma María Victoria, de 28 años.

En el caso de Jeroni, el grado medio de relojería le permite seguir aprendiendo sobre un oficio que ha vivido de cerca: "Quiero llevar el negocio familiar. Estudié finanzas y contabilidad en la universidad, pero no me gustó, luego mi padre me recomendó entrar aquí y ahora puedo decir que esto me gusta".

Un lugar único en toda España, donde reparan relojes con más de tres siglos de historia desde un taller donde el tiempo parece que se detiene, pero los futuros maestros del tiempo se encargan de 'dar cuerda' para mantener el arte de la relojería.

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