Faustino Oro, el niño prodigio del ajedrez que batió a su ídolo con 10 años: "Le dedico 4 horas al día"

Ganar al número uno del mundo del ajedrez con tan solo diez años es una hazaña que ha dado a conocer a Faustino Oro, un niño argentino apodado el 'Messi del ajedrez' que, del mismo modo que su compatriota y astro del fútbol, se mudó a España para potenciar su talento y hacerse un hueco entre los mejores, como informa en el vídeo José Rocamora.

"Empecé durante la pandemia. Yo primero jugaba con una pelota, pero a mi madre le molestaba porque trabajaba y le dijo a mi padre que me enseñara a jugar al ajedrez", explica Faustino en una entrevista a Informativos Telecinco sobre un juego que no le llamó inicialmente la atención.

"Me parecía aburrido y perdía muchos puntos, pero luego fui ganando y me fue gustando cada vez más". Así fue progresando hasta enfrentarse a los mejores del mundo: "Empecé a subir 100 puntos al día".

Desde entonces, Faustino no ha dejado de jugar al ajedrez. "Le dedico cuatro horas al día y tengo cuatro profesores con los que aprendo", destaca el joven, quien aprovecha en los momentos en los que se "cansa" de las piezas para hacer otro tipo de actividades: "También juego a futbol y me gusta estar con mis amigos y jugar, pero prefiero el ajedrez".

Su habilidad le ha llevado hasta Barcelona, donde Faustino se mudó junto a su familia para trabajar con los mejores de un deporte en el que se ha convertido en un niño prodigio. "Nos vinimos porque en Argentina no hay mucha competencia. Aquí hay mucha gente que juega torneos y puedo jugar con mejores jugadores", explica.

Precisamente, su última gran hazaña fue la victoria al número uno del mundo, Magnus Carlsen, en una partida rápida online bullet de ajedrez. "Me sentí muy contento, me volví loco. Es mi ídolo. Grité", admite Faustino, quien espera en un futuro seguir los pasos del que fue su oponente: Me gustaría ser campeón del mundial, como Carsen".

De momento, Faustino juega un torneo al mes y tiene claro cuál es su ficha favorita del tablero. "Es el caballo. Salta y da muchos dobles". Unos movimientos que han llevado al niño argentino a dar pasos agigantados en el mundo del ajedrez a base de victorias y récords. "Creo que tengo tres, pero tengo muchos por superar. Lo importante es jugar mejor".

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