Detenido en Albons, Girona, a unos tres kilómetros de la ubicación donde presuntamente acabó con la vida de su propio hijo, de 5 años, hiriendo también a su madre, llevaba encima el arma del crimen y la ropa ensangrentada cuando los agentes le interceptaron. ‘Se me ha ido la cabeza’, llegó a manifestar, sin expresar mucho más, reconociendo los hechos, como informa en vídeo Emili Torrell.
Las autoridades llevaban buscándolo desde que durante la madrugada del miércoles acudiesen ante una llamada de alerta. Fue un vecino el que, ante los gritos de socorro de la pareja del presunto asesino, les llamó en torno a las 5:00 horas para que acudieran al domicilio donde se produjeron los hechos, situado en la localidad gerundense de Bellcaire d'Empordà. Al llegar allí, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de Ayax, un niño de 5 años al que su padre apuñaló hasta la muerte, según explicó su madre, a la que su pareja también hirió.
A ella la trasladaron inmediatamente al hospital, herida grave, pero sin que se temiese por su vida. Al pequeño, sin embargo, no pudieron salvarlo.
Fue seis horas más tarde cuando los Mossos d’Esquadra encontraron al ahora detenido. Según avanza El Caso, iba andando tranquilamente por la carretera y llevaba encima el arma blanca con el que instantes antes había presuntamente asesinado a su hijo en la cama en la que dormía. Apenas dijo nada a los agentes, más allá de esa frase con la que expresó que estaba fuera de sí.
La policía catalana sabía que no podía estar muy lejos. Contaban con fotografías y habían comprobado que no tenía carnet de conducir. De 27 años y nacionalidad española, tenía puesta la ropa del trabajo cuando fue localizado. Tras ello, le trasladaron a dependencias policiales oculto bajo una toalla y ante los gritos de “asesino” que le profería una multitud.
Las autoridades ahora investigan los hechos como un crimen de violencia doméstica, aunque también se analiza como un posible caso de violencia vicaria. Sospechan que primero atacó a su hijo y luego a su madre, pero ella pudo escapar y pedir ayudar a un vecino. Después, el presunto asesino se dio a la fuga.
Según informa El Caso, la pareja convivía desde hacía cuatro años en ese domicilio y tenían una relación tóxica. De hecho, el entorno de las víctimas apunta que se estaban separando y que, además, él en los últimos tiempos consumía mucha más droga de lo habitual. No obstante, no constaban denuncias previas contra él por violencia machista.
Ahora, todo está bajo secreto de sumario, mientras el detenido, trasladado a la comisaría de la Bisbal tras ser llevado a la escena del crimen para reconstruir los hechos, espera al procedimiento judicial.
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