El amor incondicional de Xavier por sus iguanas, que pasan a ser ilegales: "No las voy a entregar"

Rocky y Ben son dos iguanas indispensables en la vida de Xavier Inés, un hombre que convive con varias especies de reptiles. Unos animales exóticos que con la nueva ley de bienestar animal pasan a ser ilegales al pesar más de dos kilos.

"En teoría tienes que autodenunciarte y ponerlo a disposición del Estado, pero yo estoy dado de alta como criador y no me han enviado ningún comunicado del procedimiento. Desde luego no voy a entregarlas, ni aunque fueran al mejor sitio del mundo porque son mis animales. Menos aún que no hay ningún sitio habilitado para ellos. No voy a entregarlos para que mueran", explica Xavier.

Rocky es una de sus iguanas. Tiene 16 años y es originaria de República Dominicana. Para tenerla de manera legal, Xavier cuenta con una documentación específica conforme están protegidos. "Cualquiera puede tener una iguana siempre que tengas las instalaciones adecuadas, contando que son animales muy grandes. Necesitan tener una temperatura correcta con su calor y reproducir al máximo sus condiciones de su hábitat natural".

Tanto Rocky como Ben, su otra iguana de 8 años, son vegetarianas. "El plátano es su comida favorita. Es lo que más le gusta. No hay que abusar porque tiene mucho azúcar, pero es el capricho que le damos", admite el hombre, que atiende a sus mascotas nada más entra por la puerta de su vivienda.

"Se llevan muy bien con todos los miembros de la familia y no tienen ningún problema con nadie. Les gusta estar con la gente, que le toquen y que le mimen. No es un animal ni mucho menos peligroso. El único peligro que puede tener es que cuando se te sube o lo coges te pueda arañar un poco, pero nada que tengas que ir al hospital", añade Xavier.

Un cariño que puede convertirse en un calvario con la nueva ley de bienestar animal, que considera ilegales a aquellas especies que por su veneno puedan resultar peligrosas. Es el caso de las iguanas que pesan más de dos kilos: "Cualquiera que quiera a su mascota sabe lo mal que se pasa y lo que sufres por ellos. Nos gusta, es nuestra pasión y es el modo de vida que hemos elegido".

Este amor por los animales también forma parte de la vida de la hija de Xavier. "Toca reptiles antes de aprender a andar, es lo que ha visto en casa. No podría explicarle que de un día para otro ya no están. Ella siempre dice que tiene muchos hermanos. Son uno más", confiesa.

Ahora, con la nueva ley ha decidido "dar un poco la cara" en representación de un colectivo que considera "injusta" la ley de bienestar animal. "Estamos en contra porque no se ha contado con veterinarios, criadores. Solo con la parte animalista. Se ha visto de lejos y de una manera chapucera. No tenemos nada en contra de que haya una ley de protección animal, somos los primeros interesados que la gente que tenga animales los tenga en condiciones y haya un registro. Nadie tiene miedo de eso".

Una incerteza en la que de momento el pasado viernes acabó el plazo para que los propietarios de mascotas consideradas ilegales lo comunicasen. Ahora está por ver qué pasa con animales como Rocky o Ben: "Estos animales están en la base de datos y el Estado sabe que los tengo".

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