La muerte de Nuria, una cocinera de la cárcel de Mas d'Enric, en Tarragona, ha movilizado este miércoles a unos 200 funcionarios de prisiones, que han cortado la Gran Via en Barcelona para protestar sobre el asesinato de la mujer de 48 años a manos de un preso, que cumplía una condena de 11 años por matar a una prostituta en 2016.
Según ha podido saber Informativos Telecinco, Nuria era trabajadora del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) y desde finales de 2015 estaba en la cárcel catalana como cocinera.
La mujer, que era personal laboral de la Generalitat de Cataluña, falleció este miércoles, después de que un preso le asestara una puñalada con un cuchillo, el arma blanca que el presunto autor de los hechos utilizó para suicidarse posteriormente.
Un crimen en el que encontraron el cuerpo de la cocinera en la cámara frigorífica de la cocina donde ambos trabajaban, y el del preso a escasos metros.
"El problema de las cocinas es que el personal que trabaja no es solo personal externo. Está el responsable de cocina y luego los internos son los que presta servicio para dar servicio. Es población reclusa", explica el responsable de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Alberto Goméz.
"Están vigilados por funcionarios, pero son presos que aparentemente se les puede llamar de confianza. Llevan una evolución positiva de su tiempo en prisión y nadie hace sospechar que pueda suceder", añaden desde el sindicato tras la muerte de la cocinera, que previamente había trabajado en otras prisiones como cocinera.
Este tipo de presos "tienen más libertad de movimientos" dentro de la prisión al trabajar en talleres productivos o lavandería. "Incluso tienen un pase que les permite moverse por dentro del recinto. Una confianza que se han ganado durante el tiempo que llevan en prisión", añaden.
Fuentes judiciales afirman que el preso que se suicidó tras matar a Nuria llegó a ser un preso de confianza por su "buen comportamiento", al no presentar signos de agresividad y comportarse según lo que se entiende como parámetros de socialización "normal".
El Departamento de Justicia ha enviado un comunicado para dar el pésame y agradecer a la comunidad penitenciaria su labor. "Especialmente al equipo de Mas d'Enric, que actuó con la máxima profesionalidad y cuidado"
A primera hora de la tarde del miércoles, la consellera Uvasat se trasladó al centro penitenciario junto con el equipo directivo de la secretaría de medidas penales y el secretario, Armand Calederó, al frente para acompañar a los profesionales del centro.
El Departamento solicitó el apoyo del equipo psicológico del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que se trasladó al centro. De momento, el caso está bajo secreto de actuación.
"Estamos ante unos hechos muy graves. Los mossos se han hecho cargo de la investigación y ahora tenemos que dejar trabajar a los profesionales", ha apuntado la Consellera.
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