Una jueza de Tarragona ha archivado la causa abierta a raíz del accidente por la caída de un árbol en la atracción Tomahawk de PortAventura, lo que provocó catorce heridos, al considerar que fue "fortuito", sin negligencia por parte de los responsables del parque.
En un auto la titular del juzgado de instrucción número 4 de Tarragona acuerda el sobreseimiento provisional de las diligencias que abrió a raíz del accidente, ocurrido el pasado 11 de febrero, cuando el fuerte viento provocó la caída de un árbol que colisionó con una vagoneta del Tomahawk en la que viajaban 17 personas.
En base a los atestados policiales y partes médicos, la jueza concluye que las lesiones que sufrieron catorce de las personas que iban en la vagoneta obedecen a un accidente "fortuito", no a una "actuación negligente, anterior, coetánea o posterior de los responsables de PortAventura".
La jueza considera, en consecuencia, que los hechos no constituyen delito y recuerda a las víctimas que pueden plantear las indemnizaciones que les correspondan por la vía civil.
Según la instructora, antes de que se pusiera en marcha la atracción, operarios del parque realizaron las comprobaciones oportunas, de acuerdo con los protocolos establecidos, sin que detectaran ninguna anomalía, dado que el árbol cayó sobre la vía de la atracción media hora después.
La jueza recuerda que PortAventura cierra las atracciones cuando el viento sopla a más de 50 kilómetros por hora, pero la velocidad del aire era inferior cuando ocurrió el accidente, como muestran tanto el anemómetro que utiliza el parque como los datos del Meteocat.
Para la instructora, las labores de tala y cuidado de los árboles por parte del parque eran "correctas", sin que el árbol que cayó sobre la vía fuera visible por los operarios de la atracción o el personal de PortAventura.
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