El Juzgado Social 4 de Barcelona ha reconocido por primera vez la situación de incapacidad permanente en grado total causada por la exposición al amianto a un extrabajador del metro de Barcelona.

En marzo de 2019, el hombre que todavía trabajaba en el transporte público catalán fue el primero en denunciar que sufría una enfermedad pulmonar crónica, causada por la inhalación de fibras de asbesto, mientras ejercía sus labores en los talleres del suburbano.

El juez ha considerado acreditada la existencia de una enfermedad profesional y la ha vinculado al trabajo que el hombre hizo en los talleres de mantenimiento y reparación en las instalaciones de Vilapiscina durante 42 años.

Una evaluación en el 1988 detectó presencia de amianto en los talleres en los que trabajaba el denunciante, y que el metro de Barcelona sustituyó los componentes del sistema eléctrico que contenían amianto de varios trenes entre 2003 y 2011.

En 2018 se realizó un análisis en la pintura bituminosa antirruido que revestía las cajas metálicas de algunos trenes, y una parte de las muestras revelaron la presencia de una proporción de crisotil, por lo que se implementó un plan de intervención para eliminar el amianto en estructuras.

"En el metro existen materiales con amianto y, durante años, ha estado presente en parte de los convoyes, ya sea en los motores o las zapatas de frenos, lo que implicaba la emisión de fibras de amianto en el ambiente, especialmente en los túneles", recalca la sentencia.

Fuentes de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) han explicado que están "valorando la sentencia para decidir sobre la presentación del recurso", ya que la interlocutoria concluye que el trabajador tiene una incapacidad permanente, en contra del dictamen de la seguridad social y de los informes médicos, en sus palabras.

"Recordamos que hay presencia de materiales con contenido de amianto en gran número de edificaciones e infraestructuras en toda España y en todo el mundo, puesto que fueron ampliamente aplicados al sector de la construcción y los equipamientos durante bastantes años de la segunda mitad de siglo XX, de acuerdo con la normativa de la época", han añadido.

También han destacado que se implementó un plan de intervención para eliminar el amianto en estructuras del metro y que "el proceso de desamiantado de la red se ha convertido en un modelo de referencia a nivel europeo".

Las mismas fuentes han explicado que, a todos los trabajadores que potencialmente habían sido expuestos al amianto, se les realizó un TAC de alta resolución, y que hay 28 trabajadores que presentan imágenes radiológicas que podrían estar relacionadas con una exposición al amianto, "pero también con otras causas".

"Actualmente, el 87% del amianto en instalaciones de metro ha sido retirado y/o tratado. Si lo miramos por cantidad de toneladas, hemos retirado o confinado el 88%. En cuanto a los trenes, cuando acaben de entrar en servicio los nuevos trenes de las series 7000 y 8000 en las líneas 3 y 1 durante este año 2024, quedaran ya retirados los trenes con amianto, dejando el material móvil de la red de metro sin amianto", han añadido.

También han asegurado que actualmente no hay ningún trabajador expuesto al amianto ni hay ningún riesgo para trabajadores ni usuarios, y han manifestado que un informe en 2020 de la Agencia de Salud Pública acreditó que "los posibles riesgos para la salud debido al amianto para personas usuarias del metro de Barcelona son indistingibles de los riesgos de la población general".

"Antes de este informe, en el marco del programa de vigilancia higiénica, se tomaron más de un millar de muestras de aire y polvo en las instalaciones de metro y en ningún caso se halló una situación de riesgo, es decir, que en ningún caso había presencia efectiva de fibras de amianto en el ambiente",concluyen.

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