Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un taller y distintos puntos de venta donde distribuían obras falsas atribuidas al artista callejero Banksy, el principal referente de arte urbano a nivel mundial.

Los agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de la policía catalana investigan a cuatro personas por los delitos de estafa continuada y contra la propiedad intelectual, después de detectar en el mes de julio de 2023 la venta de diferentes obras atribuidas a Banksy.

Los dos investigados principales son "personas con conocimientos del mundo del arte" y que se dedican a ello desde hace años. En total, tienen documentadas 25 ventas, con víctimas ubicadas en todo el territorio español, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Escocia. Algunas llegaron a pagar 1.500 euros por obra y se tienen acreditados más de 10.000 euros estafados.

En el marco del ciberpatrullaje y las tareas de control del mercado del arte, los investigadores de la Unidad Central de Patrimonio Histórico detectaron en el mes de julio de 2023 la venta de diferentes obras atribuidas al famoso artista callejero en plataformas online, salas de subasta y anticuarios.

Los investigadores intervinieron nueve obras, algunas de las cuales ya habían sido vendidas y otras que todavía se encontraban a la venta. La trazabilidad de las operaciones permitió identificar al principal distribuidor, que diversificaba las ventas en tiendas especializadas, en salas de subastas de Barcelona, y desde páginas de venta online muy concurridas.

De este modo, los agentes realizaron una inspección en un piso de Zaragoza, el lugar donde una pareja de jóvenes seguidores del arte urbano de Banksy, y "con problemas económicos", creaban las obras sobre cartones a las que añadían complementos gráficos que las hacían más atractivas.

Los Mossos d'Esquadra intervinieron plantillas, sellos de tinta, especímenes de entradas del proyecto Dismaland del artista por todo el mundo, así como los esprays de pintura que utilizaban. "Las ventas acreditadas de esta pareja eran a precios razonables y no superiores a los 80 euros". De momento, la investigación sigue abierta y no descartan más víctimas ni nuevas detenciones.

Las obras se anunciaban como procedentes del evento Dismaland, un parque de atracciones “deprimente” de carácter reivindicativo creado por Banksy en Somerset (Reino Unido).

En el interior del recinto se exponían obras de decenas de artistas invitados personalmente por el artista. "Se especula que éste habría escondido obras de su propia mano para que los visitantes las pudieran encontrar, sin poder contrastar estos extremos, significando que en ningún caso existió una tienda con sus obras a la venta", según explican los Mossos d'Esquadra.

De ahí que las obras vendidas se acompañaban de justificantes fotocopiados de entradas en el Parc Dismaland. De este modo, los vendedores pretendían dar una garantía con el origen o trazabilidad de las obras a la venta, que se realizaban sobre cartón con spray, utilizando plantillas e incorporando elementos que generasen confianza a los compradores, como los sellos de tinta y pegatinas.

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