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El Ayuntamiento de Barcelona ha activado este viernes el protocolo de sequía en fase de emergencia para afrontar las nuevas restricciones de agua. Una serie de medidas que afecta de pleno a los centros deportivos y a sus usuarios, que en el caso de los equipos federados tendrán prohibido ducharse después de los entrenamientos.
Las restricciones de agua también han llevado al consistorio catalán a cerrar una de cada cuatro duchas en los centros deportivos municipales, aunque los federados sí que tendrán permitido utilizarlas después de los partidos.
"Barcelona ha puesto un punto más de exigencia. El contador de las instalaciones dirá si se gasta lo mismo este mes que el año pasado, pero también es cierto que no hay inspectores para controlar el uso de agua de los centros", explica Gerard Esteva, Presidente de la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña.
Por ello, la reducción del consumo de agua "dependerá de la responsabilidad" de los afectados y, "en cierto caso, de las denuncias que pueden llegar a haber".
El Ayuntamiento también ha aprovechado para instaurar la campaña comunicativa en todos los centros "1 ducha - 3 minutos", con la que fomentan el uso responsable de las duchas de las instalaciones. Asimismo, monitorizarán los consumos de cada instalación para realizar un seguimiento exhaustivo de la efectividad y cumplimiento de las medidas de ahorro.
El decreto actual limita el consumo de agua a 200 litros por habitante y día, aunque Barcelona se ha situado en 172 litros media en 2023, por lo que no prevén afectaciones vinculadas al abastecimiento de la red de agua potable de consumo de la ciudadanía.
Las restricciones también suponen afectaciones en el riego, limitado del riego de supervivencia con agua freática, mientras que no realizarán plantaciones en nuevas áreas verdes, urbanizaciones y tampoco sustituciones de arbolado.
Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona ya hace llegar agua freática a un total de 25 espacios verdes para el riego de supervivencia del arbolado, que se suman a todos aquellos espacios que tienen canalización de agua freática y es su riego habitual.
Con la sequía, garantizarán el riego de supervivencia al arbolado viario y palmeras en vías emblemáticas y grandes avenidas hasta llegar a un mínimo de 35.000 unidades.
Por otro lado, a partir de ahora no podrán regar los huertos urbanos con agua potable. Esto puede afectar a un total de 349 huertos escolares y 190 huertos comunitarios y sociales que a partir de ahora no se podrán regar.
La limpieza urbana, en esta fase de emergencia, se mantiene con uso exclusivo de agua freática no potable para limpiar calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares.
El servicio de limpieza ha organizado una red de 28 camiones nodriza que alimentan de agua freática a los vehículos más pequeños de limpieza con mayor capacidad de movilidad sobre el terreno. Estas cisternas móviles se distribuyen por diferentes puntos de la ciudad en 3 turnos de trabajo. Estos mismos puntos también nutren a los vehículos de parques y jardines que realizan tareas de riego.
En la actual fase de emergencia también se mantendrán sin agua las fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético excepto los refugios de fauna en peligro de extinción o destinados a la recuperación de las especies autóctonas que se rellenarán con agua freática.
Actualmente, los servicios municipales consumen el 5% del total de agua que se consume en la ciudad, un 26% corresponde al sector comercial e industrial y el 69% restante al consumo domiciliario.
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