Los perros también van a la guardería. Incluso tienen su propio autobús escolar que les recoge a primera hora de la mañana. Pero en vez de ir a un aula, Josep Maria los traslada a un campo con 4.000 metros cuadrados a las afueras de Barcelona. Allí, todos disfrutan al aire libre durante horas antes de regresar a la ciudad a media tarde.
"Solucionamos el problema de los propietarios de perros que por trabajo o por tiempo no los saca tanto como les gustaría. O no tiene los medios suficientes para hacer algunas actividades con ellos", explica el fundador de Dog Day Camp a Informativos Telecinco.
De este modo, Josep dejó atrás la abogacía y el mundo de los eventos de automoción para hacer realidad un modelo de negocio en el que cuidar a animales va más allá del periodo vacacional: "Los recogemos en furgoneta y los llevamos a pasar al día al campo".
El servicio empieza a las 7:30 horas de la mañana, cuando inicia la ruta para llevar a los animales hasta el espacio verde vallado. "Cada diez minutos tenemos una parada, aunque utilizamos dos furgonetas que hacen caminos diferentes".
El propio Josep compara el típico autobús escolar con su furgoneta canina. "Hay paradas en Barcelona que se suben hasta cinco perros de golpe". Una vez todos están en el interior del vehículo, ponen rumbo a Cabrils, donde los animales corren "arriba y abajo" de 9:30 hasta las 16 horas, momento en el que vuelven a sus hogares tras acabar exhaustos.
"Llegamos todos 'muertos'. No escuchas ningún ruido en el autobús de camino a casa. A los diez minutos están todos durmiendo, como los niños", reconoce el fundador del proyecto, que supone una oportunidad para que los canes socialicen independientemente del tamaño, la edad y la raza.
"Algunos sufren en las ciudades porque no tienen sitios donde correr. Nosotros somos los profesores, pero no les enseñamos ni educamos. Vigilamos para que lo pasen bien y que nadie se pelee", apunta Josep, quien realiza una entrevista previa a los nuevos integrantes de la guardería para asegurar su adaptación.
Una oportunidad para que hagan ejercicio y entablen amistades en plena jornada laboral. "Es importante que saquen su energía y sepan relacionarse. Cuando los aíslan, no saben interactuar".
Dog Day Camp ha ayudado a muchos canes a cambiar su estado de ánimo. "Algunos son tímidos o tienen miedo. El primer día están asustados, pero al cuarto ya son los reyes del mambo".
El servicio está disponible de lunes a domingo y muchos propietarios no dudan en contratar el servicio más de una ocasión a la semana. De hecho, algunos perros ponen resistencia a la hora de regresar del campo a sus hogares.
"Cuando tenemos que cargarlos en las furgonetas, hay cuatro o cinco que suelen esconderse porque no quieren irse. Es muy gracioso. Tenemos que contarlos uno a uno para saber quién está en los arbustos o en la carpa", explica entre carcajadas el fundador de Dog Day Camp.
También hay otros que esperan con ganas que lleguen las 7:30 horas para salir de la ciudad. Incluso los días que no tienen asignado viajar en la furgoneta canina. "Los propietarios nos dicen que no pueden pasearlos por el lugar donde solemos recogerlos porque se sientan allí y empiezan a mirar si viene el transporte".
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