La exdirectora de la residencia de Tremp (Lleida) donde murieron 64 ancianos en la segunda ola de la pandemia, en 2020, ha rechazado hoy que tuviera responsabilidades en la crisis sanitaria vivida en el centro, y ha culpado a las monjas que se encargaban de la atención higiénico-sanitaria.
Según han explicado a EFE fuentes jurídicas, la acusada, que ha respondido únicamente a preguntas de su defensa y del juez instructor, se ha exculpado de cualquier responsabilidad, ha afirmado que todo estaba en orden y ha señalado al personal sanitario, concretamente a las religiosas que atendían a los mayores.
La mujer está investigada por homicidio imprudente y por un delito contra los trabajadores a raíz de dos querellas presentadas por Fiscalía en 2022, que han supuesto la apertura dos causas separadas que instruye el mismo juzgado, el de Tremp.
La residencia tuvo que ser intervenida por la Generalitat durante la segunda ola de la pandemia, a finales de 2020, tras un brote de Covid-19 donde murieron 64 ancianos, cerca de la mitad de los que vivían en el centro, y que supuso que se infectara un tercio de la plantilla.
La responsable del centro de la tercera edad ha declarado esta mañana, citada en esta ocasión por la causa del presunto delito contra los trabajadores, que todo estaba en orden, que el geriátrico funcionaba correctamente y que los Mossos d'Esquadra mintieron en su investigación, en la que detectaron múltiples irregularidades. Además, ha indicado que ella es trabajadora social y que, en todo caso, de cualquier deficiencia sanitaria son responsables los sanitarios.
También ha comparecido ante el juez, aunque por videoconferencia, la monja que entonces era responsable higiénico-sanitaria de la residencia, que se ha acogido a su derecho a no declarar.
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