El padre de Horta encendió un brasero y tapó las salidas de aire: el niño estaba en su litera y la niña, en un sofá cama

Los Mossos d’Esquadra continúan trabajando en el lugar en que encontraron los cuerpos sin vida de un padre y sus dos hijos de 7 y 10 años en Horta; una vivienda del distrito barcelonés donde ya parecen existir pocas dudas de que lo que se produjo fue un nuevo caso de violencia vicaria, principal hipótesis en la que trabajan las autoridades, convencidas de que el hombre mató a los niños deliberadamente. Todo parece indicar que habría preparado la escena, pero será la autopsia la que revele con exactitud las causas de la muerte y despejen las incógnitas existentes: si sedó previamente a los niños, si murieron con él por inhalación de monóxido de carbono o si por el contrario los mató antes y él se suicidó con la inhalación del gas.

A la espera de esos resultados y los análisis toxicológicos, los indicios hallados apuntan a la misma dirección. Según avanza la periodista Mayka Navarro en La Vanguardia, el progenitor, de 53 años, bloqueó las salidas y entradas de aire del piso alquilado en el que residía y encendió un brasero de carbón en el dormitorio principal. Si fue eso lo que provocó la muerte junto a ellos por inhalación de gas, la autopsia lo revelará.

Todo se produjo el pasado domingo, justo el día en que los menores debían regresar con su madre, de la que él estaba separado desde antes de la pandemia. Ella tenía la custodia y él tenía un régimen de visitas. Aquel día, expresamente, él pidió que les dejara dormir en casa y dijo a su exmujer que los llevaría al lunes al colegio y que ella los recogiera al salir de clase, pero nunca sucedió.

Preocupada, desesperada y asustada, fue de hecho la madre de los niños la que alertó a las autoridades cuando vio que el padre ni había entregado a los niños ni los había llevado al colegio.

El padre de Horta selló las estancias del piso

Tras su aviso, los Mossos tuvieron que recurrir a los bomberos para forzar la entrada al domicilio del progenitor a través de una ventana. Fue así como, en un ambiente cargado y con fuerte olor a gas, hallaron los cadáveres: el niño apareció en una litera del cuarto de los hermanos y la niña en el sofá cama del comedor. Tal como precisa Mayka Navarro en La Vanguardia, el hombre habría sellado todas las estancias del pequeño piso a conciencia.

Concretamente, según estas fuentes, habría colocado trapos y hasta una alfombra para tapar cualquier salida o entrada de aire.

En este escenario, ahora las autoridades investigan las últimas horas del progenitor intentando esclarecer las causas que le llevaron a actuar así, a la espera de la autopsia y los análisis toxicológicos, que arrojarán datos concluyentes sobre sus muertes y las circunstancias exactas en que se produjeron.

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