Los esturiones han vuelto a nadar por el Ebro medio siglo después de su extinción tras liberar a una cuarentena en el río procedente de un centro de investigación en Francia.
Un total de 44 ejemplares llegaron hace un mes al Centro de Acuicultura (IRTA) de La Ràpita (Tarragona) desde la Estación de Experimentación INRAE de Saint Seurin-sur-l’Isle, en el Departamento de la Gironde (Francia).
Durante su período de adaptación, los esturiones han estado marcados con unos emisores de telemetría ultrasónica, que envían información a los receptores submarinos instalados en diferentes puntos del río, y que permitirá tener un control de su vida.
Semanas más tarde, la cuarentena de ejemplares han sido liberados este jueves en la playa fluvial de Tivenys. Un hito que desde Institut per al Desenvolupament de les Comarques de l'Ebre destacan a la vez que piden precaución a la población en el caso de encontrarse con uno de ellos.
De este modo, piden a pescadores o cualquier persona que tomen nota del implante que lleva el animal, hagan varias fotos con el móvil, lo liberen si está vivo, llamen al 112 y envíen las fotos, el código y la geolocalización al correo: bustia_idece@gencat.cat.
"Es de vital importancia seguir el siguiente protocolo en caso de encontrarse con un esturión", añaden. En el supuesto de que el ejemplar esté muerto se tienen que hacer los mismos pasos y conservarlo en un lugar fresco hasta que Agentes Rurales lo recojan.
El proyecto MigratoEbre trabaja para recuperar las especies de peces migratorios y mejorar la conectividad ecológica en el tramo final del río Ebro, y está liderado por el IDECE (Instituto para el Desarrollo de las Comarcas del Ebro). Uno de los objetivos es recuperar el esturión europeo en el Ebro y también mejorar las poblaciones de anguila, la saboga y la lamprea.
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