El Ayuntamiento de Barcelona empieza a aplicar desde este lunes la sanción sobre los perros en la vía pública, donde está prohibido pasearlos sin correa fuera de las 225 zonas habilitadas.
Los propietarios que no cumplan con la nueva ordenanza, ya pueden ser multados con sanciones que pueden ir desde los 100 hasta los 2.400 euros.
No llevar al animal atado puede acarrear una multas de 100 euros, aunque en el caso de que supongan un peligro para otras personas o para el entorno puede ser de 300 euros; y de 600 euros cuando estén en parques infantiles.
La medida no ha generado consenso entre los vecinos. Unos están a favor de la ordenanza por el "desmadre" ocasionado con los animales sin atar y el incivismo de algunos propietarios al no recoger los excrementos. Incluso pondrían "multas más gordas", mientras que otros ven injusto que tengan horarios y espacios delimitados para sacar a pasear sin correas a sus animales.
"No puedo sacarlo antes de las 9:00. A la hora que suelo ir al parque, no hay nadie, pero ahora no puedo llevarlo. Si tuviera que cambiar de ruta lo haría", lamenta una vecina.
Una de las 225 zonas está en un parque de cemento, donde muchas personas juegan a fútbol o hacen gimnasia. "Los perros orinan aquí y este cemento se va a poner perdido. No es el mejor sitio", añade otro ciudadano, mientras que otro también lamenta la situación que viven los propios animales:
"Se queman las 'patitas' por abajo. Vemos injusto que no puedan disfrutar como lo hacían antes y encima te multen por no acatar las normas", culmina.
Actualmente, Barcelona cuenta con 109 zonas de usos compartidos y 116 áreas exclusivas: 46 áreas de recreo para perros (AEP) de más de 400 metros cuadrados y 70 áreas para perros (AP) de menos de 400 m2. En total, la ciudad dispone de 45.900 m2 de áreas distribuidas por todos los barrios de la ciudad.
Estas áreas están delimitadas, y en el interior hay bancos y papeleras de material no oxidable donde pueden depositar los excrementos, así como fuentes diseñadas para que los perros puedan beber sin dificultades.
Junto a los accesos hay letreros que informan de la obligación que tienen los propietarios de recoger los excrementos y de contribuir al mantenimiento del buen estado del espacio.
En estos letreros también figuran las fechas de la desinfección. Las áreas de perros se limpian diariamente, y para evitar los malos olores y que se levante polvo, estos espacios se riegan de forma periódica. Por otra parte, cada mes se desinfectan, en horario nocturno, con un producto completamente inocuo que tiene propiedades bactericidas, fungicidas y viricidas.
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