Vilablareix es un pueblo de Girona que ha cerrado las duchas de su pabellón y campo de fútbol por la sequía. Una medida que aplican de lunes a viernes y afecta a unas 300 personas, que se ven obligados a bañarse en sus propias casas una vez realizan deporte.
"Significará un ahorro de agua importante, pero sobre todo lo que va a implicar es una concienciación a las familias que están en una situación extrema", explica la alcaldesa de Vilablareix, Maite Tixis Padrosa.
Una medida con la que aseguran la reducción de agua al cerrar las duchas de su polideportivo. "Son compartidas, lo que da pie a que los niños, en vez de ir más rápido, juegan y se salpican. Hace que una ducha de tres minutos se alargue mucho más y se convierta en una de 30", apunta Anna Payet, presidenta del Club de Básquet Vilablareix.
De este modo, el consumo correrá a cargo de cada familia desde su domicilio. "Cuando se duchan en el pabellón, muchas veces estamos los padres fuera comentando lo que tardan los niños. Entramos y están jugando. En casa van mucho más rápido".
La decisión del consistorio ya afecta desde esta semana a los deportistas que juegan a fútbol, básquet, tenis, yoga, entre otras disciplinas. Es el caso de Irene Perés, jugadora de baloncesto: "La ducha es un momento más social. El hecho de no poder hacerlo, reduces el consumo. Tocará adaptarse a la rutina".
La medida no ha generado consenso entre el pueblo. "Los niños del colegio lo utilizan, ya te digo yo como olerán esas clases. No lo veo bien", explica una mujer, mientras que otra destaca el consumo particular de agua. "Ahorramos agua aquí, pero en casa no. No le veo la gracia. Nos vendrán los recibos un poco más altos".
Por contra, otra vecina sí que ve con buenos ojos la decisión del pueblo de apenas 3.000 habitantes. "Me parece bien, hay que ahorrar. Va mucha gente a la piscina. En casa es un momento más tranquilo y más higiénico", asegura sobre la prohibición que no afecta a los deportistas que utilizan las instalaciones el sábado o el domingo.
La escasez de precipitaciones ha dejado profundas afectaciones en Cataluña, donde la sequía afecta de lleno a Barcelona y todo el área metropolitana al estar en situación de preemergencia.
La situación podría empeorar a partir de enero, cuando se declarará la fase de emergencia si no hay cambios, una vez los embalses que abastecen a estas poblaciones bajen hasta el 16% de su capacidad.
Este semáforo rojo inicialmente iba a suponer el cierre de las duchas de las instalaciones deportivas que regaran campos de fútbol o rellenaran piscinas. Una medida que 24 horas después de su anuncio ha sido rectificada por el propio conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. "Ayer no me expliqué bien, me equivoqué", ha explicado en declaraciones a 'RAC 1'.
De este modo, los centros deportivos catalanes estarán obligados a cerrar las duchas en el caso de que quieran seguir regando sus campos de fútbol o rellenando de agua las piscinas.
"Lo que diremos en la instalación es 'si queréis seguir regando los campos de fútbol o rellenando piscinas para hacer deportes, el agua que usted gasta allí tendrá que ahorrar en las duchas '. Lo que decimos es que no se pasen de la dotación y compensen cerrando las duchas. Todo es para mantener sus actividades", ha asegurado el conseller.
Una medida que únicamente se tendrá en cuenta en el caso de que se llegue a la fase de emergencia. Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.