Un equipo de científicos ha alertado de la muerte masiva de esponjas marinas en el Mediterráneo durante las olas de calor debido a la proliferación de bacterias Vibrio, parientes del microbio que causa el cólera en humanos y tiene un importante papel en las enfermedades de estos animales acuáticos.
Investigadores de todo el mundo, entre ellos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), revela que las bacterias Vibrio están implicadas en los brotes de mortalidad de la esponja Sarcotragus foetidus.
Los científicos han realizado diversas inmersiones entre agosto y diciembre y han estudiado 117 esponjas frente a Seferihisar, en la costa turca del Egeo, lugar donde se produjo una muerte masiva de grandes esponjas negras en 2021.
Desde entonces, las han fotografiado, medido y tomado muestras de tejido que se han empleado para inocular medios de cultivo específicos para bacterias del género Vibrio.
"El estudio no puede resolver si la vibriosis es el agente inicial que causa la enfermedad o una infección secundaria que acaba matando a esponjas ya debilitadas por otras causas", explican desde el CEAB-CSIC.
Los patógenos Vibrio son microbios que proliferan en aguas cálidas a más de 17 grados. Este tipo de bacterias acuáticas son conocidas por su movimiento vibratorio al nadar, comprenden aproximadamente 150 especies conocidas.
Algunas son especies no patógenas, pero muchas otras resultan patógenas para una gran variedad de animales, como peces, crustáceos, moluscos y corales.
El miembro más conocido del grupo es Vibrio cholera, una especie de agua dulce que causa el cólera humano. En las dos últimas décadas, las infecciones han estado implicadas en el "blanqueamiento" de corales en todo el mundo y en la mortalidad masiva de almejas comestibles, entre otras enfermedades de invertebrados marinos.
“Mientras los tejidos de las esponjas sanas no produjeron crecimiento bacteriano en los medios, los de las esponjas enfermas sí lo hicieron”, comenta la Doctora Ezgi Dinçtürk, miembro del equipo turco.
Se sabía que estas especies podían infectar corales, moluscos y crustáceos, pero nunca se habían encontrado en esponjas. Los primeros censos de la incidencia de la enfermedad revelaron que un 27% de las esponjas de la población estaban visiblemente afectadas por graves necrosis y un 9% estaban prácticamente muertas.
Las esponjas son organismos que, desde el punto de vista funcional, se consideran “ingenieros de hábitats”. Es decir, organismos que con su presencia y su actividad fisiológica contribuyen a crear el hábitat en el que viven muchas otras especies de organismos.
Por tanto, si las esponjas mueren en masa, la calidad de dichos hábitats se deteriora y muchos otros organismos pueden morir arrastrados por un efecto cascada o bien, si son organismos móviles, pueden abandonar esos territorios en busca de nuevos hábitats de mayor calidad.
Desde hace más de 100 años han detectado mortalidades epidémicas de esponjas con carácter ocasional. "Estas epidemias arruinaron la industria tradicional de las granjas de cultivo de esponjas de baño en el Mediterráneo (Grecia) y en el Caribe (Florida, USA)".
Durante las dos últimas décadas, la frecuencia de estas mortalidades masivas se ha acelerado a nivel mundial y se han empezado a relacionar tanto con olas de calor locales como con el calentamiento global del océano.
Sin embargo, los mecanismos a través de los cuales el calentamiento del agua conduce a una mortalidad masiva de los organismos permanecen sin aclararse en la mayoría de los casos.
El Mediterráneo "parece ser un área especialmente proclive" a ellas. Un lugar "relativamente cerrado y uno de los mares más estudiados del mundo", por lo que, las mortalidades epidémicas se han detectado antes y sus efectos se están describiendo con mayor detalle.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.