Llevar al perro sin atar, fuera de las 225 zonas habilitadas o del horario permitido, estará prohibido en Barcelona a partir del 18 de diciembre, cuando entre en vigor el decreto que regula los espacios para animales sin correa.
Es la nueva ordenanza municipal del Ayuntamiento de Barcelona, que restringe las zonas habilitadas para llevar a los perros sueltos. En el caso de no llevarlo atado, las multas serán de 100 euros. En el caso de que supongan un peligro para otras personas o para el entorno serán de 300 euros; y de 600 euros cuando estén en parques infantiles.
Unas sanciones que pueden llegar hasta los 2.400 euros, según contempla la ordenanza sobre la protección, tenencia y venta de animales.
Por otro lado, el consistorio ha empezado a desplegar las 109 zonas "de uso compartido" donde los perros podrán ir sin correa en determinadas horas del día. No son zonas exclusivas para estos animales, sino que "hay que convivir con el resto de usuarios" y los usos que estos hagan, y por eso una señal marcará cuando pueden ir sin atar.
Estos 109 espacios se añaden al resto de áreas para perros, que suman un total de 225 puntos con 900.000 metros cuadrados disponibles para que vayan sin correa.
Con esta iniciativa, Barcelona pretende espacios abiertos para que los perros "se diviertan, socialicen y puedan hacer actividad física, necesaria para su salud", detalla el comunicado.
Desde junio equipos de informadores "se han desplegado en estas zonas para dar a conocer la normativa" y, según las previsiones del Ayuntamiento, entre diciembre y enero se terminarán de señalizar las 109 zonas repartidas por los 73 barrios.
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