Maniquís para simular la separación de las siamesas mauritanas: el éxito de la cirugía en Barcelona

Khadija y Cherive son dos bebés siamesas de apenas un mes de vida, que nacieron en Mauritania y fueron separadas el pasado 8 de noviembre en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Una intervención quirúrgica compleja, que se realizó con éxito tras hacer una simulación con maniquís previamente para garantizar el estado de salud de las pequeñas.

Las gemelas estaban unidas por el abdomen, con un cordón umbilical único y un peso conjunto de 5,2 kilos. Ahora, tanto Khadija como Cherive, se recuperan con su madre y serán dadas de alta en los próximos días.

Para preparar la operación, los profesionales sanitarios del hospital catalán, crearon una reproducción física a tamaño real, en 3D, y virtual de los cuerpos de las gemelas, que permitían al equipo quirúrgico analizar cuál era la forma más óptima de abordar la cirugía y ensayarla.

De este modo, simularon una intervención una semana antes de operarlas para reproducir el procedimiento que se haría y el espacio en el que se llevaría a cabo.

Dos intervenciones diferentes tras separarlas

“Esta intervención tenía una complejidad añadida. Se iniciaba con una operación y una paciente, con las niñas conectadas que debíamos separar, pero en un momento determinado, cuando ya las habíamos separado, continuaba con dos pacientes y dos intervenciones", explican desde el Hospital Sant Joan de Déu.

Los sanitarios tenían que disponer de dos mesas de operación en el mismo quirófano para poder acabar de intervenir las niñas por separado, y así poder reconstruir la pared abdominal y cerrar la herida.

Este ensayo les permitió conocer la forma óptima de colocar a las siamesas en la mesa de quirófano, de intubarlas y de abordar la cirugía, pero también sirvió para determinar cómo debían distribuirse los aparatajes de quirófano o cómo debían moverse los diferentes equipos para no interferir en la tarea de los demás.

“Fue de mucha utilidad. Gracias a la simulación, los profesionales que participamos en la cirugía tuvimos la sensación de que ya habíamos realizado esta intervención antes. Sabíamos muy bien cómo debíamos abordar la cirugía y eso permitió llevarla a cabo en menos tiempo, y con mayor seguridad”, explica Xavier Tarrado , jefe de Cirugía Pediátrica del centro hospitalario.

Cinco horas de operación y 20 profesionales

Las pacientes fueron intervenidas la mañana del 8 de noviembre. La operación duró cinco horas y participaron una veintena de profesionales.

Tras la operación, Khadija y Cherive fueron trasladadas a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales y se recuperaron rápidamente. Cinco días después eran trasladadas a planta y en los próximos días serán dadas de alta y podrán regresar a su país, donde un cirujano de Mauritania, que se desplazó a Barcelona para estar presente en la cirugía, hará su seguimiento.

Aterrizaje en la capital catalana a finales de octubre

Las gemelas nacieron el pasado 8 de octubre en Mauritania. Ante la imposibilidad de separarlas en su país de origen, las autoridades sanitarias se dirigieron a Sant Joan de Déu para pedir asesoramiento a partir del acuerdo de cooperación internacional que existe entre el Ministerio de Sanidad de ese país africano y el hospital catalán.

Una semana después del nacimiento, el equipo médico recibió unas imágenes enviadas desde Mauritania y valoraba que la separación era factible y podía llevarse a cabo en el centro barcelonés.

Gracias a ello, Khadija y Cherive viajaron junto a sus padres en una aeronave del Ejército del Aire, que las trasladó hasta Barcelona. “Íbamos preparadas para darles todo el apoyo necesario, pero no fue necesario. Estaban perfectamente. Los equipos médicos de Mauritania las habían asistido muy bien”, añade Ana Alarcón , una de las pediatras neonatólogas que las acompañó.

El 26 de octubre llegaron a la capital catalana y fueron trasladadas en una ambulancia del SEM pediátrico. Los exámenes confirmaron que estaban unidas por la parte inferior del esternón y tenían dos hígados diferenciados pero conectados por una zona común de unos seis centímetros.

Se estima que en el mundo se produce un nacimiento de siameses por cada 250.000 pares de gemelos. Muchos no llegan a nacer o no sobreviven en los primeros meses de vida debido a la gravedad de la conexión que presentan.